BILBAO - La crisis en las siderúrgicas occidentales tras la caída de la demanda en los países en desarrollo y las exportaciones de acero chino a precios de dumping está pasando una dura factura a compañías como el gigante mundial Arcelor Mittal. El grupo, dueño de varias de las principales instalaciones siderúrgicas vascas, entre ellas, la parada Acería Compacta de Sestao, cerró el pasado año 2015 con unas pérdidas de 7.946 millones de dólares (unos 7.134 millones de euros al cambio de ayer) lo que supone multiplicar casi por ocho los 1.086 millones de dólares perdidos en el ejercicio precedente.
Los malos resultados de la firma presidida por el empresario indio Lakshmi Mittal, que confirman que China está asfixiando al grupo siderúrgico, tuvieron un nuevo reflejo negativo en Bolsa donde las acciones de Arcelor cayeron ayer un 5,7% hasta dejar la empresa con una capitalización de 6.263 millones de euros.
La complicada situación financiera de Arcelor Mittal ha llevado a la empresa a vender su participación del 35% en el grupo vasco fabricante de componentes para el automóvil, Gestamp Automoción, al accionista mayoritario, la familia Riberas, por un importe total de 875 millones de euros, según comunicó la compañía siderúrgica a la CNMV.
El director general de Arcelor, Aditya Mittal justificó la operación de venta de un activo valioso como es la participación en la compañía vasca por la necesidad de reducir la deuda de la empresa. Los ingresos procedentes de Gestamp más la ampliación de capital anunciada de 3.000 millones de dólares servirán para reducir el endeudamiento en cerca de 4.000 millones de dólares.
Gestamp además de pagar a Arcelor Mittal los citados 875 millones de euros por el 35% de la firma vasca, lo que supone valorar la misma en al menos 2.500 millones de euros, le abonará 10 millones de euros adicionales correspondientes al dividendo de 2015.
Como se recordará Arcelor entró en la empresa conjunta con la familia Riberas en 1998 con la intención de desarrollar, a través de Gestamp, el negocio de estampado, montaje y formatos soldados para el automóvil. Pero en estos años Gestamp ha crecido y se ha configurado como un líder mundial en el sector de componentes de automoción en estampación en caliente, con 95 plantas repartidas en una veintena de países por el mundo. Arcelor Mittal continuará su relación de suministro de acero al grupo Gestamp a través de su participación del 35% en Gonvarri, filial de la referida Gestamp.
En relación a la operación, el máximo responsable de Gestamp, Francisco Riberas, justificó la misma en base a “nuestro compromiso con el crecimiento y el liderazgo del mercado algo que forma parte de nuestro ADN”. Riberas destacó la buena relación mantenida estos años con la firma siderúrgica y afirmó que “hemos estado orgullosos de tener a Arcelor Mittal como un leal y fiable socio en este esfuerzo a largo plazo”, a la vez que indicó que seguirán colaborando en el futuro.
La culpa de China En cuanto a los resultados de Arcelor Mittal en 2015 los mismos reflejan el terrible impacto de la evolución de la economía china por una doble vía. El menor crecimiento chino ha hundido los precios de las materias primas -Arcelor tiene importantes minas de hierro- y las exportaciones de acero chino han arrastrado a la baja los precios de los productos siderúrgicos en Europa y medio mundo.
Las pérdidas de casi 8.000 millones de dólares en Arcelor reflejan un impacto negativo de 4.800 millones de dólares por ajustes en el valor de activos mineros, así como de otros 1.400 millones de dólares en cargas extraordinarias, vinculadas principalmente a amortizaciones de inventarios como consecuencia del rápido descenso de los precios del acero.
Un dato que muestra en su crudeza la escasa rentabilidad de la producción de acero es que las ventas de Arcelor Mittal entre enero y diciembre de 2015 alcanzaron un total de 63.578 millones de dólares (57.798 millones de euros), un 19,8% menos que el año anterior.
El presidente de Arcelor, Lakshmi Mittal fue rotundo al afirmar que “2015 fue un año muy difícil para la industria del acero y la minería. Aunque la demanda en nuestros mercados estratégicos siguió fuerte, los precios se deterioraron significativamente como resultado del exceso de capacidad de China”.