BILBAO - El grupo siderúrgico brasileño Gerdau, accionista de la compañía vasca Gerdau-Sidenor, rompió ayer el silencio en relación a la supuesta puesta en venta del fabricante de aceros especiales radicado en la localidad vizcaína de Basauri y afirmó que la compañía no ha tomado decisión alguna relativa a la venta de Sidenor, su filial europea que cuenta con cerca de 2.500 trabajadores en plantilla.
La compañía brasileña ha tenido que manifestarse sobre la situación de Sidenor a instancias de la Comisión de Valores Mobiliarios de Brasil -el equivalente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de la bolsa española-, que requirió a la compañía con sede en Porto Alegre una aclaración sobre las informaciones publicadas en los últimos días, tanto en la prensa española como en la francesa, que afirmaban que el Banco Santander había recibido el mandato de tantear el mercado europeo de cara a la supuesta venta de las plantas del grupo Gerdau-Sidenor, en el Estado español.
Los responsables de Gerdau comunicaron a la CVM brasileña que no han tomado decisión alguna relativa a la venta de Sidenor pero no negaron la posible existencia de gestiones pues, según Gerdau, “la administración de la compañía evalúa con frecuencia las oportunidades de optimización de sus activos con la visión estratégica de generar un mayor retorno a sus negocios, operaciones y accionistas”.
Por dicho motivo, la compañía brasileña “recurre, a veces, a la asesoría de bancos de inversiones y empresas especializadas en la identificación y evaluación de dichas oportunidades”.
La empresa sudamericana subrayó que mantendrá al mercado informado sobre cualquier decisión que pueda tomar sobre una posible venta de sus activos relevantes y justificó su silencio precedente, incluida la no remisión del equivalente al hecho relevante español a la bolsa de Sao Paulo en base a que las “informaciones difundidas no habían generado ningún movimiento atípico en los volúmenes de negociación de las acciones de la compañía”.
La comunicación de Gerdau sólo señala que no ha tomado ninguna decisión sobre Sidenor pero no aclara si está dispuesta a desprenderse de los activos europeos.
La posible venta de Sidenor, nucleada en torno Gerdau Aceros Especiales Europa, por parte de Gerdau hay que enmarcarla en el escenario macroeconómico mundial del acero y de la situación de Brasil, así como en la afección que dichas coyunturas están teniendo en el grupo brasileño.
La economía de Brasil ha entrado en recesión con una caída del PIB estimada del 3% este año. Ello está afectando a la demanda de acero y además la ralentización china está haciendo que importantes producciones de aceros comunes chinos inunden los mercados mundiales arrastrando los precios a la baja ya que existe una importante sobrecapacidad de producción mundial.
En el caso de Gerdau, empresa que ha visto caer sus beneficios casi un 32% en el segundo trimestre, un elemento que lastra sus cuentas es el nivel de endeudamiento que se ha elevado a unos 19.000 millones de reales, (4.300 millones de euros) con el agravante que la mayor parte está en moneda extranjera. De ahí que intentar vender activos en un mercado no doméstico, activos que además se benefician en estos momentos de una coyuntura favorable porque el grueso de las ventas de Sidenor, el 70%, tienen como destino un mercado del automóvil europeo en crecimiento.
La filial vasca Gerdau Aceros Especiales Europa participada al 100% por la matriz brasileña, según fuentes cercanas a la compañía, factura del orden de los 780 millones de euros anuales y genera un Ebitda de unos 37 millones de euros.
Mientras se resuelve el futuro de Sidenor, representantes institucionales y empresariales vascos defienden el mantenimiento de la empresa, y sus empleos, en el País Vasco. Y en el caso de que hubiese una venta desde Euskadi se desearía que se recuperase el centro de decisión.
En relación a una posible venta, la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, afirmó en la Cadena Ser que “en el mejor de los casos no ocurre nada, no se vende y la situación permanece, pero, en el peor de los casos, si va a proceder a su venta, tenemos que adoptar una serie de actuaciones”. Por ello, le gustaría “clarificar el escenario cuanto antes”. El objetivo del Gobierno Vasco es que esas plantas “sigan produciendo en Euskadi, sigan siendo competitivas como lo son hasta ahora y que se mantengan esos puestos de trabajo aquí”.
Facturación. El periodo vacacional de agosto pasó factura al sector industrial que vio reducirse su facturación un 1,3%
7,9%
La cartera de pedidos de la industria vasca creció un 7,9% en agosto, según el INE.