GAsteiz - El presunto engañó del grupo alemán Volkswagen en relación a las especificaciones de sus coches vendidos en Estados Unidos con motores diésel vuelve a poner encima de la mesa prácticas poco edificantes de otras compañías alemanas relacionadas con sobornos o prácticas anticompetitivas y formación de cárteles.
En este sentido hay que reconocer que las autoridades de Estados Unidos son muchos más estrictas que las de la Unión Europea con este tipo de prácticas, pues además de afrontar sanciones económicas los responsables pueden finalizar en prisión en el caso norteamericano, algo que no es habitual en Europa y mucho menos en Alemania.
Uno de los casos más sonados de sanción en Estados Unidos a una firma germana tuvo como implicado al gigante fabricante de bienes de equipo Siemens, que en la década pasada fue sancionado por efectuar sobornos con dinero negro para conseguir contratos en varios países.
De hecho, en 2006, Siemens tuvo que pagar unos 2.900 millones de euros para terminar con uno de los escándalos más caros de la historia de la economía alemana, en el que el consorcio germano habría utilizado ilegalmente unos 1.300 millones de euros para obtener contratos en el extranjero
El caso le costó a Heinrich von Pierer su renuncia a la presidencia del Consejo en 2007 y el grupo Siemens se declaró, como parte del acuerdo con las autoridades norteamericanas, culpable de cargos delictivos en Estados Unidos.
Otras compañías alemanas como Mercedes Benz también han sido sancionadas en Estados Unidos por prácticas que atentaban contra la libre competencia. De hecho, Mercedes en 2010 abonó una multa de 185 millones de dólares en Estados Unidos, en relación con las violaciones de la Ley de Prácticas de Corrupción Extranjeras.
La multa se abonó y en la negociación de la reducción de la multa, Daimler acordó con Securities and Exchange Commision (SEC), y con el Departamento de Justicia de Estados Unidos seguir una política mucho más estricta en temas de competencia. - DNA