BILBAO - Los astilleros vascos concentran más de la mitad de la cartera de pedidos de buques de las empresas del Estado español con datos del cierre del primer semestre del año. Con un 52% del total medidos en toneladas CGT, los astilleros de Euskadi, -Construcciones Navales del Norte (CNN)-La Naval, Astilleros Zamakona, Astilleros Murueta y Astilleros Balenciaga-, lideraban el mercado español por delante de las empresas gallegas, con un 29% de cuota de mercado, y las asturianas, con un 19%.

Con 20 buques en la cartera de pedidos, según el Ministerio de Industria, la mayoría de los astilleros vascos tienen carga de trabajo para al menos todo 2016 lo que les ha permitido recuperarse, en parte, de la grave crisis de hace un trienio ocasionada por la suspensión por parte de la Comisión Europea del anterior sistema de tax lease, de ayudas a la financiación de la construcción naval.

La construcción de buques pesqueros, en especial atuneros congeladores, ha permitido a la mayoría de las empresas vascas sobrevivir a la crisis pero lo que les está permitiendo recuperarse y afrontar con mayor confianza el futuro es el incremento del nivel tecnológico de los barcos que se construyen en las gradas vascas y la especialización en nichos de mercado de alto valor añadido y sin mayor competencia asiática.

Los astilleros vascos, en particular, y los europeos, en general, normalmente no pueden competir en costes con las construcciones en serie de barcos bulkcarriers, portacontenedores, petroleros y gaseros, efectuadas en China, Corea y Japón pero sí tienen una oportunidad, como ha demostrado esta misma semana La Naval de Sestao, produciendo buques muy especiales como los ferrys destinados al transporte de pasajeros, máxime si se trata de barcos muy modernos con motorizaciones mixtas de gas natural licuado (GNL) y fuel.

La Naval ha alcanzado un principio de acuerdo con la naviera levantina Balearia para construir dos grandes ferrys de 225 metros de eslora y más de 30 metros de manga, en una operación del orden de los 350 millones de euros. Estos buques, los primeros de este tipo con propulsión a GNL construidos en el Estado español, consolidan un nuevo nicho de mercado para el mayor astillero vasco que ya inició hace un año la construcción de un ferry para la holandesa Teso, botado hace pocas fechas.

El director gerente del Foro Marítimo Vasco, Javier López de la Calle, señalaba en una entrevista en este periódico hace más de siete años que la construcción naval vasca para sobrevivir a la competencia asiática tenía que especializarse en nichos de mercado de alto valor añadido como la construcción de ferrys y buques destinados al tráfico fluvial, un segmento muy importante en Europa.

La realidad es que hoy en día la industria naval vasca tiene una gran credibilidad en el mercado internacional y ha logrado especializarse en buques de alta tecnología y valor añadido. Más allá de los pesqueros atuneros, los astilleros vascos se han introducido de manera notable en el mercado internacional del Oil&Gas con la construcción de buques destinados a dar servicios de apoyo a plataformas marinas de prospección, barcos de rescate, así como dragas y todo tipos de buques que operan en los fondos submarinos, por ejemplo los encargados de tender cables y conductos varios. Este salto tecnológico y la apuesta por barcos muy especializados, permiten, según fuentes del Foro Marítimo Vasco, a los astilleros vascos competir internacionalmente en nichos de mercado emergentes como son, además de los citados para el área oil&gas, los de energía eólica off-shore o los de los ferrys.

Así, a nivel técnico no tienen nada que ver los buques que elaboraba La Naval hace unos años con los actuales que son mucho más complejos: ferrys, dragas de succión o barcos off-shore multipropósito como que está construyendo para la compañía belga Deme y que está equipado con un sistema de depósito de rocas vía tubería, fall pipe, así como medios para la carga e instalación de cableado marino, incluyendo también capacidades avanzadas de construcción en el fondo del mar.

La historia es la misma para el resto de los constructores navales vascos. Astilleros de Murueta construyó hace 60 años su primer barco, un carguero denominado Punta Begoña, que tiene muy poco que ver con los sofisticados buques atuneros que está haciendo para una compañía francesa.

En Santurtzi y Pasaia, Astilleros Zamakona mantiene la construcción de pesqueros pero también de sofisticados buques de rescate y asistencia a las plataforma marinas petrolíferas como el danés Esvagt Aurora.

La compañía guipuzcoana Astilleros Balenciaga, en Zumaia construye para la firma británica George Craig Group, buques PSV para transportar suministros a las plataformas del Mar del Norte.

Todos estos nuevos tipos de barcos construidos en los astilleros vascos cuentan con modernas tecnologías, motores mixtos diésel-eléctrico o gas-fuel, posicionamiento por satélite, con sistemas laterales de propulsión, placas solares, automatización de sistemas, sistemas de eficiencia energética etc. y están permitiendo a la industria vasca de construcción naval recuperar parte de la actividad perdida.

Los buques dedicados a la industria off-shore y los pesqueros-congeladores han permitido el último año que el Estado español alcanzase el sexto puesto europeo en número de buques contratados.

De cara a los próximos meses, la fuerte caída del precio del petróleo está generando un claro impacto negativo en el segmento del mercado off-shore petrolífero, uno de los principales mercados para la industria naval vasca. Por ello, las direcciones de los astilleros están contratando y negociando construcciones de otros tipos de buques, caso de los ferrys, de remolcadores etc., que, en cualquier caso, requieren de un alto valor añadido y excelencia constructiva por su complejidad, sofisticación y tecnología punta, ámbito en el que los astilleros vascos cuentan con su mayor ventaja competitiva.

En el primer semestre de este 2015, según la patronal de los astilleros privados del Estado español, la contratación de nuevos pedidos de buques ha aumentado a tasas del 12% respecto a 2014.