Madrid - La OCDE considera que las políticas de activación laboral en España tienen una dotación presupuestaria insuficiente teniendo en cuenta que es el segundo país miembro con la tasa de paro más elevada, por debajo de Grecia, y que apenas bajará del 20% a finales del año próximo si se cumplen las buenas previsiones.
En su informe de Perspectivas del Empleo publicado ayer, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico señaló que la proporción del gasto en esas políticas en España aunque “es significativo (...) sigue siendo baja debido al alto nivel de paro”. En concreto, según las últimas cifras armonizadas de 2013, equivalía al 0,61% del Producto Interior Bruto (PIB), un 22% menos que en 2007, antes de que estallara la crisis.
España se sitúa ligeramente por encima de la media de la OCDE (algo superior al 0,5% del PIB) pero su tasa de paro a finales de 2014, del 23,7%, triplicaba con creces la del conjunto de los 34 miembros de la organización, del 7,1%. A finales de 2016, con un 19,7%, seguirá triplicando la media de la organización (6,5%).
Once de esos países dedican una proporción de su PIB mayor que la de España a esos dispositivos, empezando por Dinamarca, Suecia y Finlandia que consagran más del 1%.
Los autores del estudio lanzaron algunos consejos de reforma de los servicios estatales de empleo, entre ellos que los controles a los parados que tienen bajo su supervisión son poco frecuentes. En concreto, mientras en la mayoría de los países de la organización se exigen informes mensuales o incluso quincenales a sus beneficiarios, al menos una quinta parte de los demandantes de empleo registrados en España “no cumple con la obligación de informar establecida”.
Además, añadieron que “se necesitan directrices claras sobre la implementación de medidas focalizadas para los diversos grupos que buscan empleo, así como una asignación de recursos que promueva el buen desempeño”. - Efe