bilbao - Lanbide avanza despacio pero con paso firme hacia un acuerdo que consolide la paz social. Ayer el Gobierno Vasco se comprometió a valorar las propuestas de los sindicatos de cara a su posible incorporación al plan de reordenación de la plantilla, una decisión que fue valorada positivamente por algunas centrales. El Ejecutivo tratará ahora de limar diferencias con cada sindicato por separado en lo que se presume será la recta final de la negociación. Tras la cita de ayer CCOO, UGT y LAB mantienen su confianza en alcanzar un acuerdo mientras ELA se sitúa en una posición mucho más crítica hacia los planteamientos de Lakua. La reunión entre la dirección de Función Pública, área que junto al Departamento de Empleo lidera las negociaciones con los sindicatos sobre la futura Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de Lanbide, se antojaba decisiva de cara a testar el encaje que tendrían en los planes del Ejecutivo las propuestas sindicales sobre los principales puntos de fricción. Las discrepancias giran en torno a la cuestión salarial y sobre la continuidad de un colectivo de trabajadores sin plaza fija, si bien incluso entre las propias centrales hay distintos planteamientos. Ayer la dirección de Función Pública se comprometió a valorar las peticiones de los sindicatos de cara a trabajarlas en reuniones bilaterales con cada organización a partir de la semana que viene, un proceso de cocina que podría encarrilar el acuerdo de cara a aprobar la RPT tras el verano con el visto bueno de los representantes de la plantilla. En todo caso, ayer no todas las centrales transmitían la misma sensación tras la reunión. CCOO valoraba que la cita “ha ido bien” y celebraba que el Gobierno “no se ha cerrado” a las propuestas sindicales. ELA mantiene una postura mucho más crítica y de hecho ayer su portavoz en Lanbide, Ramón Uriarte, criticaba que el Gobierno “no ha querido que participemos en ninguna conversación”.