bilbao - Las medidas de regulación van abandonando las empresas vascas a medida que las previsiones económicas se recuperan. Dentro de la mejoría general, en la evolución de los ERE juega un papel protagonista la industria, que según Confebask crecerá este año el 3,5%. La propia patronal destaca que este avance tendrá un alcance limitado sobre la contratación, aunque de momento sí sirve para devolver la normalidad a las plantillas y acotar los despidos. Hasta mayo los ERE presentados al Gobierno Vasco incluyen a 4.500 trabajadores, la cifra más baja desde 2008 y prácticamente la mitad que en 2011, el que hasta ahora era el mejor ejercicio de la crisis.
Los datos de mayo mantienen la tendencia a la baja de los expedientes de regulación de empleo en Euskadi, con poco más de 300 afectados en el mes, lo que supone un 63% menos que los incluidos en un ERE en mayo del año pasado. Por tipos de expediente, bajan casi un 80% los de suspensión y caen también los de reducción de jornada, mientras que repuntan los que conllevan despidos.
En el acumulado de los cinco primeros meses del año son los expedientes de rescisión de contratos los que menos notan la mejoría económica, si bien se produce una bajada del 30% que deja el total de afectados por un despido colectivo en un nivel muy similar al del mismo periodo de 2011. El año no empezó bien en este terreno, ya que en enero las extinciones de contrato crecieron un 150% en relación a 2014, aunque en los meses siguientes, exceptuando mayo, la curva ha sido descendente. El acumulado de despidos vía ERE es inferior al de mayo 2009 y proyecta una cifra a final de año menor también a la de 2008.
bajada de la suspensión La mayor parte de los afectados por un ERE están incluidos en un proceso de suspensión temporal de empleo, con algo más de 3.200 trabajadores hasta mayo, menos de la mitad que en 2014 y muy por debajo también que en 2011. La recuperación de la cartera de pedidos en la industria y sobre todo el hecho de que el horizonte se haya despejado para el sector manufacturero está permitiendo levantar poco a poco las medidas excepcionales de empleo, el primer paso antes de volver a contratar.
Aunque el parón del sector exterior está condicionando la salida de la crisis de las firmas industriales vascas, se espera que las exportaciones entren en terreno positivo a corto plazo. Según el BBVA, que esta semana ha avanzado un crecimiento económico en Euskadi en 2016 similar a los años previos a la crisis, el sector exterior tirará de la economía en los próximos trimestres gracias a la caída del precio del petróleo, la depreciación del euro y la aceleración de la economía europea.
Este escenario supondría, junto a la buena salud que empieza a exhibir la demanda interna y en especial el consumo de los hogares, el despegue definitivo de la industria vasca, que ha perdido cerca de 100.000 ocupaciones desde 2008 y no termina de sumar en positivo al mercado de trabajo. Para el año que viene, el Gobierno Vasco prevé un avance de la industria del 2,7%, compartiendo la buena sintonía de la economía en general.
En tercer lugar, los trabajadores afectados por medidas de reducción de jornada bajan un 60% hasta mayo en relación a 2014. Teniendo en cuenta los tres tipos de expedientes, los 4.509 afectados en los primeros cinco meses del año suponen un 52% menos que el ejercicio pasado, lo que permite ahondar en la constante moderación de los ERE que se viene produciendo en la CAV desde la segunda parte de 2013. Aquel año la regulación de empleo afectó a más de 16.000 vascos, lejos en todo caso de los más de 35.000 de 2009. Si se tienen en cuenta únicamente las medidas de extinción, el peor ejercicio fue 2012 ya que en el inicio de la crisis prácticamente la totalidad de los expedientes lo eran todavía de suspensión.
El departamento de Empleo registra así el menor volumen de afectados por un ERE de la crisis, muy por debajo de los 8.044 trabajadores de 2011, hasta ahora el ejercicio con valores más suaves. Los números de 2015 suponen tan solo la octava parte de los acumulados hasta mayo de 2009, y van camino de mejorar también los datos de 2008, el ejercicio que acogió los primeros efectos de la crisis. Aunque la estadística de ese año no está desglosada por meses, la traslación de los registros de lo que va de año al conjunto de 2015 permite aventurar una afección global del ejercicio menor que en 2008. Sí se superarían este año los números de 2007 y del resto de años precrisis, en los que el total de afectados se movía entre 3.000 y 6.000.
más hombres En cuanto a la distribución por sexos, casi 3.500 de los empleados incluidos en un ERE hasta mayo son hombres con un millar de mujeres afectadas, algo lógico teniendo en cuenta que la industria concentró el 73% de la afección seguida a mucha distancia por los servicios, que sumaron algo más de 900 trabajadores incluidos en un expediente.
Por territorios el reparto es muy equilibrado. Bizkaia concentra algo más de 1.700 afectados, sobre todo por la aportación del Gran Bilbao, Gipuzkoa 1.500 y Araba 1.300.
Suspensión. La amplia mayoría de los trabajadores afectados por un ERE hasta mayo se vieron incluidos en un proceso de suspensión, un total de 3.207, la mitad que en el mismo tramo de 2014. Este tipo de ERE presenta el número de afectados más bajo de toda la crisis, lo que contribuye de forma determinante al frenazo del balance global.
Reducción de jornada. Un total de 723 afectados entre enero y mayo, un 60% menos que el año pasado. Para encontrar una cifra más baja hay que retorceder al año 2011.
Rescisión de contrato. Los expedientes con despidos colectivos alcanzaron a 579 empleados vascos en cinco meses, un 30% menos que el año pasado. Frente a la fuerte caída de las medidas de suspensión, a la extinción le está costando más tocar suelo en relación al máximo alcanzado en 2012, cuando hasta mayo se tramitaron vía ERE 1.439 despidos.