gasteiz - La primera parte del periodo de elecciones sindicales, que se prolongará hasta mayo, no ha producido grandes variaciones en el mapa sindical de la CAV, pero sí consolida las tendencias de los últimos años. Como ocurrió en 2010, el año 2014 cerró con un fuerte bajón en el número de delegados sindicales reflejando la reducción de plantillas y el cierre de empresas a causa de la crisis. De los cuatro grandes sindicatos, solo LAB mejora ligeramente su representatividad respecto a 2013 aunque no escapa a la pérdida general de sindicalistas que afecta sobre todo a las cuatro principales centrales. Los sindicatos más pequeños mantienen en conjunto el número de electos y siguen ganando cuota de representación.

Entre septiembre y diciembre del pasado año los trabajadores de la CAV eligieron a unos 6.800 delegados, un 40% del conjunto de personas que representan a los asalariados. Entre enero y el próximo mes de mayo, además, se elegirán a otros 3.600 apoderados, con lo que en el conjunto de lo que se suele denominar periodo concentrado de elecciones -de septiembre a mayo- se renovarán más de 10.000 delegados, un 60% del total.

En el último periodo concentrado, a caballo entre el final de 2010 y el inicio de 2011, ya se produjo una importante reducción en el número de representantes por el descenso de la población asalariada, cerrando 2010 con 19.550 delegados, 1.250 menos que los que había en 2009. En el tramo de elecciones de 2014 se produce un descenso aún más acusado, con 1.400 menos que en 2013, de manera que el total se sitúa ahora por debajo de los 17.500 delegados, según datos del Gobierno Vasco. El máximo llegó a estar en 2008 en 20.845.

La pérdida de asalariados se deja sentir en las filas de los cuatro grandes sindicatos. ELA pierde 633 delegados en relación a 2013, sumando un total de 6.861. La central de Adolfo Txiki Muñoz mantiene con mucha ventaja su condición de mayoritaria -suma más delegados que CCOO y LAB juntos- si bien se deja en estos cuatro meses de elecciones cuatro décimas sobre su cuota total, cerrando 2014 en el 39,26%. ELA alcanzó en 2010 el 40,31% de representatividad en la CAV, lo que supone que en cuatro años de ha dejado un punto. Es la primera central en los tres territorios con un pico en Gipuzkoa del 43%.

El sindicato mayoritario se destaca por un discurso muy crítico hacia el poder político e institucional y por un rechazo frontal al diálogo social. Su estrategia de centrar la acción sindical en las empresas de momento no le reporta crecimiento, aunque la proclividad a la confrontación, muy criticada desde instancias institucionales y empresariales, tampoco le genera un retroceso significativo.

CCOO se mantiene como la segunda fuerza sindical, aunque su ventaja con LAB cada vez es más escasa. Acabó 2014 con 3.412 representantes, 300 menos que un año antes, cayendo una décima hasta el 19,52%. La organización que dirige Unai Sordo pierde medio punto en relación a la cuota de 2010. Mantiene valores por encima del 20% en Araba y el 22% en Bizkaia, mientras que en Gipuzkoa se queda en el 15%.

El pequeño progreso en términos porcentuales de LAB es uno de los elementos llamativos en un contexto en el que los grandes sindicatos pierden presencia en las empresas. El sindicato afín a la izquierda abertzale se deja en lo que va de periodo concentrado 249 delegados, una pérdida lo suficientemente reducida como para apuntarse un tímido repunte de tres centésimas sobre el total, hasta el 17,97%. La comparativa con el último proceso concentrado, sobre el que gana casi un 2% de cuota, da una idea del progresivo avance del sindicato abertzale, muy asentado en Gipuzkoa. Aun así, parece difícil que LAB logre desbancar a Comisiones del segundo lugar del escalafón en los meses que restan con comicios.

UGT mantiene la línea descendente con 200 delegados menos que en 2013, pero conserva el 12,11%. La que es primera central en Navarra contaba con algo más del 13% de los delegados de la CAV a cierre de 2010.

Pequeños y no sindicados Frente a la pérdida, más o menos pronunciada, de delegados entre los cuatro grandes, el bloque que forman las centrales más pequeñas y los no sindicados -candidatos sin adscripción sindical- se mantiene. En la CAV hay 1.946 delegados en este grupo, el 11,14%. El avance es significativo en estos últimos meses, pues en 2013 eran el 10,5%. Las organizaciones más modestas ganan así terreno a las tradicionales, aunque el movimiento no parece suficiente como para que alguna pueda emerger a corto plazo hasta el nivel de la UGT, que cierra el pelotón de los cuatro grandes.

LSB-USO, quinta central de la CAV, no alcanza el 2% de representatividad -supera el 3,5% en Araba-, mientras que la sexta, ESK, se queda en el 1,44%. Entre los sectoriales destaca STEE-EILAS, de enseñanza, la séptima con algo más del 1% de representación. El resto de organizaciones cuentan su cuota por décimas. Los delegados que no se presentan por ninguna sigla suman un porcentaje del 2,78%.