Madrid - El juez instructor del caso Bankia, Fernando Andreu, escucha esta semana a los expertos que aseguraron que las cuentas que sirvieron de base para el debut bursátil de la entidad no reflejaban su imagen real, antes de decidir si llama a nuevos testigos o imputados con el fin de esclarecer lo sucedido.
El pasado 4 de diciembre, los peritos independientes designados por el Banco de España hicieron llegar al juez un informe pericial que entre otras cosas señalaba que las cuentas de Bankia y su matriz BFA del año 2011, el último completo de Rodrigo Rato en la presidencia del grupo, así como las reformuladas por su sucesor, José Ignacio Goirigolzarri, no reflejaban “la imagen fiel de estas entidades”. Y a partir de hoy, el magistrado ha citado a los dos técnicos para que den cuenta de sus conclusiones ante todas las partes personadas en el caso Bankia.
Los interrogatorios, que se extenderán en principio hasta el próximo viernes, perfilarán el camino que tomará el caso, pues servirán a Andreu para decidir si amplía el número de imputados y testigos, tal y como el mismo ha manifestado en varias providencias dictadas tras recibir el informe.
Sobre la mesa tiene la solicitud de imputar a Goirigolzarri y el resto de miembros del actual consejo de administración -aunque fue el anterior el que participó en la reformulación de las cuentas, a excepción del actual presidente de Bankia-, así como la de todos los usuarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid, sobre las que los peritos encontraron una clara “voluntad de ocultación”.
Pero tanto Goirigolzarri como su predecesor al frente de Bankia, Rodrigo Rato, han defendido su papel al frente de la entidad.
Rato ha señalado que no hubo “ni intención ni posibilidad de engañar” a nadie en la salida a bolsa, ya que contaban con cartas del Banco de España que especificaban cuáles eran las pérdidas esperadas de las cajas del grupo y reconocían que las cuentas eran coherentes. Y Goirigolzarri ha reiterado que los temas de fondo que cuestionan los peritos son anteriores a su llegada a la entidad.
Tanto en el caso de Bankia como en el de su matriz BFA la distorsión se debía a “la existencia de ajustes de importancia material no contabilizados”, indicaba el informe, que detallaba que en las cuentas de 2011 elaboradas por el equipo de Rato se ponía de manifiesto “la pésima calidad del seguimiento del riesgo de crédito”. - Efe