Vitoria. La plantilla de Orozko Transformados Metálicos, con sede en Legutiano (Álava), ha pedido hoy al juzgado que paralice el desahucio de esta firma en crisis para evitar que se queden sin empleo los 30 trabajadores de esta calderería.
La plantilla de Orozko ha difundido hoy un comunicado en el que explica que esta empresa, tras varios años con graves problemas financieros, fue vendida a un nuevo grupo empresarial, y los trabajadores apostaron por el nuevo proyecto pese a las nóminas que se les adeudaban.
Sin embargo, a pesar del "esfuerzo" de la plantilla en los últimos meses, en los que "los impagos y los retrasos en los cobros han sido la tónica predominante", consideran que van a volver a ser "los paganos de una situación que no han creado" porque los antiguos socios "han optado por la peor vía posible, el desahucio".
Los empresarios actuales no han sido capaces de satisfacer las deudas que arrastraba la empresa con sus antiguos dueños, lo que ha derivado en embargos y en el desahucio definitivo del pabellón donde trabajan 30 personas.
Por ello denuncian la actitud de los empresarios Ángel Iturbe Lete, Javier Orozco Forcem y Juan Izaguirre Boneta, quienes "sin ningún tipo de remordimiento han decidido ejecutar el desahucio, dejando en la calle a sus antiguos trabajadores".
Para evitar el desalojo, previsto para mañana a las 10.30 horas, han pedido hoy al juzgado que lo paralice y han exigido al Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco que "se implique de manera decidida" para preservar el empleo en esta empresa.También han convocado una manifestación el sábado en Vitoria con el fin de reclamar el apoyo del Ejecutivo autonómico.