Bilbao- Tras pasar su primera noche en Bilbao, lo primero que hizo Ekkehard Ernst fue acercarse a la taquilla del Guggenheim. “Estaba cerrado, tendré que ir mañana -por hoy-”, lamentaba el economista alemán. Conoce el pasado industrial de la zona en la que se aloja y aconseja a Euskadi que cuide sus fábricas. “Diversificar tu economía está bien, pero no te olvides de lo que tienes”.
Este año vemos en España los primeros datos positivos de empleo, ¿ha terminado la crisis?
-La situación económica no es aún lo suficientemente buena, ni en España ni en el resto de Europa. En España hay una tasa de desempleo de más del 20%. La situación económica tiene que mejorar mucho más para crear empleo de forma sostenida y poder decir que ha terminado la crisis.
¿Cuánto tardará España en recuperar los tres millones de empleos perdidos en la crisis?
-Va a depender de cómo de rápido aumente el crecimiento, pero probablemente va a costar unos tres años empezar a ver mejoras sustanciales del empleo. Volver al nivel de antes de la crisis costará entre cinco y seis años.
El empleo que se crea es precario y temporal. ¿Cómo deben actuar los gobiernos para dar más estabilidad al empleo?
-El Gobierno español ha dado ciertos pasos para ayudar a crear empleos estables. Pero la iniciativa empresarial necesita perspectivas seguras, si la incertidumbre continúa no se va a crear empleo estable. Hay que apostar por políticas de crecimiento, tanto desde los gobiernos como desde el Banco Central Europeo, que recuperen la demanda y generen confianza. Si no, las empresas siempre van a preferir contratos temporales.
La OIT hace tiempo que reclama el fin del ajuste salarial para reactivar el consumo.
-Seguramente algunos ajustes eran necesarios, pero han ido demasiado lejos. La reducción salarial ha deprimido el consumo y la economía sufre esa falta de demanda. Los gobiernos tienen que sustituir esta falta de consumo con más inversión pública.
La patronal española apuesta por seguir moderando los salarios. ¿Es un suicidio seguir con la austeridad?
-Con una tasa de paro tan alta los trabajadores no tienen posibilidad de presionar a las empresas para subir sus salarios y el ajuste persiste. Pero los gobiernos pueden ayudar con subsidios y ayudas para mejorar el poder adquisitivo de quien está en el desempleo o tiene un salario bajo.
Las economías de Alemania y Francia están paralizadas y sobrevuela la amenaza de una nueva recesión.
-En los próximos años Europa va a crecer en tasas bajas. Los gobiernos siguen centrados en la austeridad. No creo que haya que temer una nueva recesión en Europa, pero por desgracia no veo suficiente disposición hacia las políticas de crecimiento.
Merkel sigue con la bandera del rigor presupuestario.
-No veo en Alemania ningún cambio para esperar que se abandone la austeridad. Europa tiene que encontrar otras formas de expandir la economía. Un ejemplo es el plan de garantía juvenil, una iniciativa a nivel europeo. Este tipo de iniciativas deben extenderse. La Comisión debe impulsar políticas de inversión en infraestructuras públicas, en educación, etc. No creo que la solución vaya a venir de parte de un gobierno únicamente.
La OIT hace hincapié en aumentar la inversión en educación.
-Si España sigue recortando en educación lastra las posibilidades de fortalecer el empleo para la juventud. Debe haber cambios en la educación para mejorar la formación y las perspectivas de los jóvenes. El sistema educativo español expulsa a los estudiantes muy pronto. Es importante que aquellos que dejaron la educación para trabajar puedan regresar y completar su formación. Luego, los servicios de empleo tienen que facilitar habilidades básicas a los desempleados como escribir un currículum o hacer una entrevista de trabajo.
Sin embargo, muchos jóvenes preparados tienen que marcharse a Alemania o Inglaterra.
-La emigración es limitada para la elevada tasa de paro juvenil de España, seguramente porque muchos jóvenes no tienen las habilidades para viajar como el lenguaje. La tasa de paro es muy diferente entre distintas zonas de España, pero los jóvenes no se desplazan incluso dentro del mismo país. Hace falta más esfuerzo por parte de los servicios de empleo para dar información sobre qué ofertas hay y qué habilidades se requieren para facilitar que los jóvenes se desplacen.
¿Cree en el modelo de ‘minijobs’?
-Cualquier empleo es mejor que nada, pero ese modelo no ofrece ninguna perspectiva a largo plazo. El trabajador necesita progresar, nadie quiere trabajar en estos empleos para toda la vida. Hay que consolidar el crecimiento económico, si no puedes multiplicar los tipos de empleos pero no habrá una verdadera recuperación.
En el sur de Europa se apuesta por el turismo para crear empleo. ¿Hace falta más inversión en la industria?
-En la industria el margen para ganar empleo es limitado. En muchos países representa menos del 20% del total del empleo. Los jóvenes deben apostar por sectores no tradicionales. Sé que el turismo no es la rama más atractiva, pero puede ayudar mucho al empleo en países como España.
En Euskadi la industria supone un 25% del PIB, ¿cree que debe avanzar hacia una economía de servicios?
-Aquí el empleo industrial vinculado a mercados internacionales es una fortaleza importante y se debe seguir invirtiendo ahí. Pero otras regiones en España con un componente industrial menor no pueden forzar el desarrollo de sectores que nunca han tenido. Euskadi tiene en el empleo industrial una ventaja y debe mantenerla. Diversificar tu economía está bien, pero no te olvides de lo que tienes.