Gasteiz - Sin esperar a la presentación de enmiendas, el Gobierno Vasco quiso dejar claro desde la misma presentación de su proyecto la sinceridad de su mano tendida al PSE para alcanzar un nuevo pacto presupuestario. Acepta las exigencias de los socialistas y garantiza así la renovación de la alianza del pasado ejercicio, una unión de fuerzas que permitió sacar adelante las Cuentas vigentes y encauzar la lenta pero hasta ahora progresiva recuperación de la economía vasca. El paso del Gobierno Vasco es a todas luces determinante, aunque el mensaje público de Lakua se limita a destacar el “buen punto de partida” para emprender la negociación.

Los socialistas fijaron el precio de su apoyo en 150 millones de euros cuyo destino debía ser reforzar el gasto social, una cantidad ante la que el Ejecutivo autonómico no solo ha tomado nota, sino que la ha superado en el diseño de sus Cuentas. Aún así, el Gabinete Urkullu rechaza vender la piel del oso antes de cazarlo y resume la evidente sintonía plasmada en los Presupuestos como un buen arranque para emprender una negociación que debería culminar a final de año con la aprobación del proyecto económico.

En estos términos se pronunció ayer el consejero de Hacienda y Finanzas, Ricardo Gatzagaetxebarria, encargado de comparecer junto al portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, para dar cuenta de los planteamientos que el Gobierno defenderá ante el Parlamento Vasco. En el encuentro que tuvo lugar tras el Consejo semanal, el veterano gestor admitió la incorporación de las peticiones socialistas y las cuantificó en, “por lo menos”, 150 millones de euros, una cantidad cuya aparición en el proyecto económico ha sido posible, según admitió Gatzagaetxebarria, gracias a la mejora de los recursos que se obtuvieron como fruto de la reforma fiscal pactada con el PSE.

Y es que el entendimiento entre ambas bancadas no es flor de un día, sino el camino que desde mayo de 2013 han recorrido de forma conjunta jeltzales y socialistas para, diferencias programáticas al margen, garantizar la estabilidad presupuestaria de Euskadi como herramienta decisiva ante la crisis.

Desde su nombramiento como secretaria general del PSE, Idoia Mendia, puso en valor la apuesta de su partido por el refuerzo del gasto social enfocado a la creación de empleo y al apoyo a los más desfavorecidos, dos pilares de un nuevo escenario al que el Gobierno Vasco se debía enfrentar con la herramienta añadida de una mayor recaudación impositiva.

empleo y políticas sociales Este colchón económico, que supone un incremento de 424 millones con respecto a las Cuentas del presente ejercicio, se refleja en el impulso a la amortización de la deuda y, sobre todo, en el dinero del que dispondrá a partir del próximo año el Departamento de Empleo y Políticas Sociales.

De este modo, el consejero del área -Juan Mari Aburto dejará de ocupar este cargo con motivo de las elecciones locales para optar a la Alcaldía de Bilbao-, dispondrá de más de mil millones para desarrollar sus programas, lo que supone un incremento de 110 con respecto a lo presupuestado este año.

Esta subida da respuesta a la demanda socialista y permitirá, según detalló Gatzagaetxebarria, mejorar la dotación de la RGI, impulsar las bonificaciones a la creación de empleo y garantizar las ayudas a la conciliación, entre otros aspectos. En total, un crecimiento del 11% que, de largo, refleja la mayor subida de los departamentos gubernamentales.

A pesar del incremento en todas las áreas, se impone el perfil “eminentemente social” que prometió el lehendakari durante la germinación del proyecto. El jefe del Ejecutivo autonómico defendió que “dos de cada tres” euros se destinarían al gasto social, pero finalmente este porcentaje será mayor y alcanzará el 75% de los 10.639 millones que recoge el proyecto de Cuentas; o lo que es lo mismo, tres de cada cuatro euros tendrán como finalidad financiar políticas sociales.

Los socialistas tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano las líneas generales de estas Cuentas antes de que el consejero Gatzagaetxebarria las presentará ayer en público, aunque mantienen su silencio y no será hasta hoy en una rueda de prensa que protagonizará su portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, cuando desvelen su valoración.