Tras el “tan favorable” resultado obtenido en el test de estrés por Kutxabank, su presidente, Mario Fernández, planteó ayer en rueda de prensa los nuevos retos a los que tendrá que enfrentarse el banco de las cajas vascas. El dirigente aludió directamente a la necesidad de ampliar el capital del banco a nuevos accionistas y esgrimió que, tras las pruebas del BCE y el primer puesto logrado por Kutxabank entre las entidades estatales, “conservamos el derecho a decidir”.
Mario Fernández aseguró que es el momento de plantear “qué queremos ser de mayores”, porque ahora las antiguas cajas de ahorros vascas, únicas accionistas del banco, “tienen libertad de movimiento”. El presidente argumentó que con los buenos resultados de solvencia en la mano, “podemos decidirlo nosotros con tranquilidad”. “Es una oportunidad para que Kutxabank y sus accionistas controlen el proceso”, insistió al respecto.
Como señaló DNA ayer, el subgobernador del Banco de España, Fernando Restoy, ya subrayó el lunes que las fundaciones deberán afrontar retos “importantes”. Entre ellos, la reducción de la participación de las futuras fundaciones bancarias en los bancos y, sobre todo, su control sobre las decisiones.
En febrero Fernández ya planteó que las exigencias de la última ley de cajas y fundaciones bancarias abocaban a abordar la necesidad de abordar el proceso de ampliación de capital. Mensaje que el lunes Restoy repitió al recalcar que aquellas que mantengan una participación significativa en una entidad bancaria “tendrán incentivos suficientes para renunciar al control de la misma”.
Fernández también dijo ayer que la ley tiene “incentivos realmente incentivadores” para que las antiguas cajas con más de un 50% de acciones en un banco rebajen su participación. Es el caso de BBK, que tiene el 57% de los títulos de Kutxabank. La ley dio un plazo de cinco años a las fundaciones más grandes para rebajar su participación.
Proceso pendiente En los últimos meses la actividad en torno a Kutxabank ha estado centrada de un lado en los irrevocables procesos de transformación de las cajas de ahorros en fundaciones y de otro, en la elaboración del test de estrés. Por ello, el debate sobre el proceso de ampliación de capital en Kutxabank ha estado en un segundo plano desde que Fernández lo planteara abiertamente en febrero. Pero una vez conocidos los resultados y transformadas las tres cajas, el dirigente dio ayer un nuevo paso al frente reabriendo el debate sobre el proceso que a su juicio se tiene que completar en el banco vasco.
La cuestión puesta sobre la mesa, según Fernández, repercutirá sobre el futuro de la entidad. En un mercado “tan regulado” como el bancario, Kutxabank tiene que decidir si quiere “ir en Ferrari como los demás o ir en patines”, según razonó. En ese sentido, el mandatario señaló que ir “en Ferrari significa competir en igualdad de oportunidades”.
“Tenemos que adaptarnos a la nueva realidad”, reivindicó. Según el presidente de Kutxabank, la apertura de capital también repercutirá a las antiguas cajas y a su razón de ser: las obras sociales. Y es que “previsiblemente esta semana”, según anunció, el Banco de España dará a conocer el borrador de la circular sobre las dotaciones de los fondos de reserva que con la ley de cajas en la mano tendrían que afrontar BBK y Kutxa. Ambas fundaciones tienen que demostrar, por ley, que podrían hacer frente a futuras necesidades de capital del banco. Eso, en la práctica, supondría que tendrían que destinar buena parte de sus ingresos -de los dividendos del banco- a crear ese fondo, lo que, por otro lado podría limitar enormemente el dinero destinado a sus obras sociales.
“Esta semana sabremos de lo que hablamos” y “valoraremos el coste” de tener altos porcentajes de capital del banco, apuntó. Según añadió, actualmente “el 99% del patrimonio de las fundaciones son las acciones de Kutxabank, papelitos en definitiva” y se preguntó si es malo “tener más de una fuente de ingresos”.
Interpelado sobre esa ampliación de capital, el dirigente explicó que él ve un proceso en fases, “empezando por abrir el capital” y subrayó especialmente que “es compatible no salir a Bolsa y ampliar el capital”.
Pero Fernández sabe que todo ese proceso cuyo debate ha puesto en marcha no estará exento de polémica. Ejemplo de ello es la controversia suscitada por la aplicación de la ley de cajas y fundaciones bancarias. “Hemos estado un año discutiendo el sexo de los ángeles”, señaló, en referencia a la transformación de las cajas que la ley marcaba como obligatoria. “Hemos tenido la enorme virtud de aplazar lo importante y discutir lo irrelevante”, insistió sobre ello. Sobre el nuevo panorama que asoma ahora en el horizonte y que ha planteado abiertamente, el presidente dijo: “Yo no digo que tenga razón, digo lo que pienso”.