En países diferentes y con aspiraciones distintas, las empresas vascas en el exterior comparten, sin embargo, un mismo problema. Muchas de ellas -una quincena ya se lo avanzaron al Gobierno Vasco que lidera el lehendakari, Iñigo Urkullu, en junio- han hecho llegar al departamento de Desarrollo Económico y Competitividad que encabeza Arantza Tapia la dificultad con la que se encuentran a la hora de encontrar proveedores para sus producciones. Especialmente, en sectores industriales punteros como la aeronáutica o la automoción. Y en México, también, en el de la energía.

Una desventaja a miles de kilómetros de casa que ayer el lehendakari Urkullu, de viaje institucional en el país azteca, se comprometió a contrarrestar mediante el impulso a la elaboración de una red de proveedores que nutra, como ocurre a diario en Euskadi, a las grandes firmas del material o servicios que necesitan de manera rápida. No perder uno de los secretos que hacen competitiva a la economía vasca. Porque las empresas cuentan, afirmó el lehendakari, con la ventaja de que Euskadi es un país pequeño que ofrece cercanía, capacidad de adaptación y flexibilidad en las decisiones.

Iñigo Urkullu ha escogido para el comienzo de su segundo viaje de legislatura, por México y de marcado carácter económico y empresarial, reunirse en un desayuno de trabajo con 35 empresas vascas afincadas en los estados mexicanos de San Luis de Potosí, Guanajuato y Querétaro. No en vano, este ultimo, se ha convertido en el de mayor crecimiento del PIB en este país azteca y está considerado como el de mayor generación de empleo y la tercera región del mundo en atraer más inversiones extranjeras directas. De hecho, la OCDE presenta a Querétaro como la economía ahora más dinámica de México.

Un entorno más que favorecedor para la estrategia de internacionalización que pretende impulsar el Ejecutivo vasco, dijo el lehendakari, que choca con las dificultades en los primeros momentos de la llegada y, después, en esa falta de proveedores. Para solucionar ambos temas, Iñigo Urkullu trasladó su compromiso de mejorar el acompañamiento a las firmas vascas cuando se implanten en el exterior y en ayudar a las pymes a perder el miedo a la aventura en el extranjero, a que se vean protegidas mediante una red, que permita a las grandes firmas tener garantizados sus suministros. Una red de proveedores, matizó después la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, que se creará a través de los clústeres. Y recogió, junto a Aran-tza Tapia, otros compromisos para dar respuesta a sus inquietudes, como hacer sus destinos atractivos para jóvenes vascos cualificados y favorecer que, en las plantillas o los puestos de dirección, haya un equilibrio natural entre vascos y mexicanos.

Estrategia de internacionalización “prioritaria” que también se ha visto favorecida, destacó el lehendakari, por el cese de la actividad de ETA y la consolidación de la paz en Euskadi. “Puede parecer chocante pero creo que también es importante situar aquí el efecto de la consolidación de la paz tras tres años del fin definitivo de ETA, con la consiguiente normalización de la convivencia”. Evolución positiva que Urkullu vinculó a la capacidad de las empresas vascas en el exterior y cuyo buen hacer, les insistió en todo momento, se refleja también en la economía vasca.

Por todo ello, Iñigo Urkullu destacó a México como un país “clave” por su cercanía al mercado norteamericano y por las oportunidades que brindan las reformas “profundas” emprendidas por el Gobierno de Enrique Peña Nieto en ámbitos como las telecomunicaciones y, sobre todo, la energía. Así, el lehendakari destacó la experiencia de las empresas vascas en la generación y distribución, así como en la ingeniería y servicios de instalación eléctrica. “Aspiramos al top ten mundial en el sector de la energía”, concluyó.

Finalmente, Urkullu se felicitó porque la CAV vaya a cerrar el presente año con récord de exportaciones y con un aumento de la producción industrial, y valoró que son, precisamente la base industrial y exportadora de Euskadi las que permiten encarar 2015 con una estimación de crecimiento del PIB del 1,7%.