Bilbao - "El PNV quiere regalar a los especuladores la capacidad de ahorro en este país". Así de tajante se mostró ayer ante los medios Ainhoa Etxaide, secretaria general del sindicato LAB. Y es que los dos sindicatos abertzales vascos, LAB y ELA, trasladaron a las calles de Bilbao su protesta contra un proceso que denominan de "privatización" en Kutxabank, el banco creado por las cajas de ahorros tradicionales de la CAV -BBK, Vital y Kutxa-. La manifestación fue convocada también por otros sindicatos, como EHNE, HIRU, ESK, CNT o STEE-EILAS y diversos agentes sociales. Contó además con el apoyo de EH Bildu y numerosos dirigentes de la coalición, como Oskar Matute, Peio Urizar o Arantza Urkaregi, miembro de la asamblea de BBK, que participaron de forma activa en la misma.
Tras una pancarta en la que se leía el lema 'Euskal Herrian sistema finantziero publikoa. Kutxabaken pribatizaziorik ez!' (por un sistema financiero público en Euskal Herria. No a la privatización de Kutxabank), cerca de 5.000 personas, según la organización, marcharon por las calles de Bilbao, aunque la cita fue menos numerosa que otras convocadas por las dos centrales abertzales y contó con una asistencia similar a la de la marcha republicana que pidió una consulta sobre la monarquía hace dos semanas en el mismo lugar. Entonces se contabilizaron en torno 2.500 asistentes. La mitad.
En su comparecencia previa a la marcha, los líderes de ambos sindicatos coincidieron en reclamar "la paralización" del proceso y en apuntar hacia el PNV como el actor necesario para ello. Etxaide resumió su mensaje: "pedimos al PNV que de la oportunidad de generar una alternativa" al proceso de transformación en fundaciones y a la "privatización" en segundo lugar, "alternativa que es posible y es viable". El próximo día 30 está prevista la conversión de BBK y Vital en fundaciones bancarias, tal y como marca la ley que España tuvo que aprobar como contraprestación al rescate financiero de 2012 para las entidades financieras en apuros. ELA y LAB, junto con el resto de convocantes están en contra de esa transformación ya que ven en ella el inicio de la "privatización" de las cajas de ahorros.
"El objetivo es poner en manos privadas un patrimonio con 150 años de historia de control público" censuró Adolfo 'Txiki' Muñoz, secretario general de ELA. PNV, PP y PSE "han acordado el proceso de privatización y lo están fragmentando. Este es el primer paso", insistió. "Nos parece un saqueo. Se renuncia voluntariamente a tener un instrumento tan importante y con tanto poder como un agente financiero", denunció además. En el mismo sentido, Etxaide argumentó que "lo que está en juego es el modelo económico que queremos" ya que "para la salida de la crisis necesitamos a las kutxas"
Ambos mandatarios exigieron que "se abra un debate" porque "la alternativa es posible". "Tenemos hasta el 28 de diciembre para paralizar esta vía", insistió Etxaide. "Las asambleas se van a suicidar, ¿para qué?" se preguntó la dirigente sindicalista abertzale. "Quienes privatizan tienen otro modelo. Ser un gran banco privado más", explicó en el discurso que dio fin a la marcha Mikel Noval, responsable del área social de ELA.
Por su parte, Peio Urizar, secretario general de EA y parlamentario de EH Bildu, argumentó ante los medios que si no hay acuerdo es porque "no hay voluntad política" porque "se puede modificar lo que va a suceder en Vital y BBK". Obvió que sí hay acuerdo político entre los otros principales agentes políticos de la CAV: PP, PSE y PNV para cumplir la ley de fundaciones y cajas de ahorros del Gobierno de Rajoy en las cajas alavesa y vizcaina respectivamente.
Kutxa Diferente es la situación de Kutxa, dónde la suma de los votos afines a las citadas formaciones no posibilita la transformación de la caja guipuzcoana por lo que ese proceso se ha retrasado para después del verano. En la asamblea de Kutxa la izquierda abertzale tiene la llave para cumplir con lo que regula la normativa impuesta por la troika. La caja guipuzcoana de hecho se enfrenta a una transformación forzosa si la asamblea no cumple con el mandato legal en el plazo previsto. Urizar ayer señaló, sobre el futuro de la caja guipuzcoana que la izquierda abertzale "dejó clara su visión" en la asamblea ordinaria celebrada el viernes y que "son otros" los que "deben aclarar su posición". En cualquier caso admitió que el futuro cercano de la entidad pasa por "la voluntad política" e insistió en reclamar un debate participativo.