bilbao - El controvertido diálogo social fue protagonista común en los mítines del Primero de Mayo. ELA y LAB, pese a marchar por separado, coincidieron en su rechazo tajante a sentarse con el Gobierno Vasco a negociar las líneas políticas y económicas generales. Al contrario, CCOO.y UGT, con sus líderes al frente, reclamaron al Ejecutivo de Iñigo Urkullu que tome una decisión rápida y active cuanto antes un foro tripartito con la patronal y los sindicatos que deseen participar para impulsar la industria y el empleo evitando "el veto" al diálogo de las centrales abertzales.
Prácticamente al mismo tiempo y a escasos metros de que se iniciara la marcha encabezada por Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez -tanto la manifestación de ELA como la de CCOO y UGT discurrieron por la Gran Vía bilbaína- Adolfo Txiki Muñoz cargaba contra las dos centrales españolas por querer extender el modelo del diálogo social de España y Nafarroa a la CAV. "No hay diálogo social con políticas antisociales y unilaterales". "Pretenden que los sindicatos vayamos, nos financien, nos engorden y demos cobertura a lo que está sucediendo. ELA no lo va a hacer", zanjó el líder del primer sindicato vasco en un mitin que tocó las principales patas programáticas de la organización, incluida la defensa de las subidas salariales y las cláusulas anti-reforma laboral en los convenios, con una parada especial para denunciar la privatización de Kutxabank.
Un año más el Primero de Mayo puso de relieve las diferencias entre el modelo de los sindicatos de ámbito estatal y ELA y LAB. De esta forma, Bilbao acogió ayer un enjambre de marchas con los cuatro grandes sindicatos repartidos en tres de ellas, a las que se sumaron las distintas protestas organizadas por las centrales minoritarias como CNT, USO y CGT, ESK y STEE-EILAS.
La división sindical el Primero de Mayo no es nada nuevo, aunque ayer la bronca sindical fue más protagonista que otros años. El bloqueo de la negociación colectiva sectorial, la proximidad del periodo concentrado de elecciones sindicales, las expectativas generadas en relación a una futura mesa de diálogo institucional y la presencia de Toxo y Méndez en Bilbao alimentaron el cruce de reproches. Fue significativo que la primera gran ovación de la militancia de ELA se produjera cuando Muñoz, en su discurso, hizo referencia a la evolución de las dos principales organizaciones sindicales del Estado desde la Transición. "CCOO y UGT, quien os ha visto y quién os ve", aseveró, para reafirmar la apuesta de su sindicato por la confrontación y por la autonomía financiera. "Rajoy y Barcina saben que CCOO y UGT están atados de pies y manos a la financiación pública. Urkullu, a sabiendas de ello, ¿va a hacer lo mismo aquí?", se cuestionó.
Algunos dirigentes sindicales han avanzado que el mes de mayo puede ser clave para las maltrechas relaciones laborales vascas con una propuesta de CCOO para resolver los convenios sectoriales sobre la mesa. El consejero de Empleo, Juan María Aburto, también va a relanzar los contactos individuales con centrales y patronal para explorar acuerdos que posibiliten desatascar la negociación colectiva y avanzar hacia un diálogo de mayor calado. Ayer la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, coincidió con Txiki en su negativa a explorar consensos con el Gobierno Vasco "ni generales ni parciales". A pesar de manifestarse por separado -el último Primero de Mayo que celebraron unidos fue el de 2011- , Etxaide propuso un acercamiento con ELA para reforzar una alianza que no atraviesa su mejor momento por las diferencias al encarar la negociación colectiva y por la vinculación de LAB con Bildu, con el objetivo de "forzar" al Gobierno a "hacer un cambio radical en las políticas".
"el veto de algunos" Etxaide redobló así el portazo de la mayoría sindical a participar como interlocutores sociales, y Lakua ya ha subrayado en más de una ocasión la importancia de contar con más de la mitad de la representación sindical para cerrar consensos. En todo caso, CCOO y UGT consideran que debe ponerse en marcha el diálogo con quienes desean participar y en el Primero de Mayo insistieron en esta cuestión. "No entendemos cómo la solución a los problemas la vamos a buscar sin diálogo, con las excusas por parte del Gobierno Vasco y los vetos de algunos", indicó Raúl Arza, líder de UGT-Euskadi, en referencia a ELA y LAB.
Unai Sordo, de CCOO-Euskadi, criticó la "actitud absolutamente lamentable del sindicalismo nacionalista" que pretende "derruir las relaciones laborales" para "actuar en clave de lobby político". Igualmente, pidió a Lakua que decida "si está a setas o a rólex" y no tenga reparo en "enfrentarse a ELA" y sentarse a hablar sin la central mayoritaria para consensuar medidas que reactiven la actividad económica e industrial y el empleo.
Ambos sindicalistas escoltaron en la cabecera de la marcha a los dos líderes confederales de CCOO y UGT, que a su vez han retomado los contactos con Gobierno español y patronal reclamando una especie de plan Marshall de inversiones para poner fin a las políticas de ajuste. En la marcha también participaron dirigentes socialistas como Patxi López, Idoia Mendia o Ramón Jáuregui, candidato en las elecciones europeas, así como sendas delegaciones de Ezker Batua y Ezker Anitza. Repartidos entre las distintas pancartas circularon por Bilbao distintos colectivos como el de trabajadoras de hogar o plantillas en conflicto como la de Euskadi Irratia o TS Fundiciones.
De madrugada, un grupo de encapuchados provocó destrozos en varias sucursales bancarias de Durango, Erandio y Leioa, mientras que hacia el mediodía, una vez concluidas las marchas, la Ertzaintza tuvo que intervenir tras los daños ocasionados en varios bancos y establecimientos del Casco Viejo.