Bilbao - Tras año y medio de legislatura, el Gobierno Vasco ha asumido que va a ser muy complicado sentar a la mayoría sindical a una mesa permanente de diálogo institucional. El consejero de Empleo, Juan María Aburto, se resiste a las peticiones reiteradas de algunos partidos de la oposición reclamando un foro tripartito solo con CCOO y UGT como hizo el anterior Gobierno de Patxi López, y seguirá en contacto con ELA y LAB para buscar acuerdos puntuales que incluyan a todos los agentes representativos. Aburto sitúa como primer punto a tratar la recuperación de los convenios perdidos a causa de la reforma laboral para evitar que las nuevas contrataciones se realicen por debajo de lo pactado con la plantilla, algo que según el consejero está empezando a suceder.

Aburto ha retomado su actividad esta Semana Santa después de dos meses ingresado por un problema de salud. Ya recuperado, el titular de Empleo, que ha encabezado los intentos del Gobierno por encauzar el diálogo entre los agentes sociales vascos, se pondrá manos a la obra para intentar mejorar las relaciones entre sindicatos y patronal o, al menos, hacer que la ruptura afecte lo menos posible a empresas y trabajadores. El propio consejero destacó ayer en Herri Irratia que el vacío regulatorio generado tras el 7 de julio empieza a pasar factura a algunos empleados. Si bien "mayoritariamente" se están manteniendo las condiciones laborales, "hay colectivos importantes a los que se les está aplicando el convenio estatal", señaló Aburto, que añadió que son las personas contratadas tras el 7 de julio las que salen más perjudicadas ya que "a muchas" de ellas se les aplican condiciones "que nada tienen que ver con aquellas que estaban pactadas".

Esta advertencia ha sido formulada también por los sindicatos, que podrían estar interesados en alcanzar acuerdos con los empresarios para evitar la aplicación de la reforma laboral y la caída salarial en los nuevos contratos. Con este objetivo, el consejero se reunirá con las direcciones de los cuatro sindicatos vascos por separado a partir de la semana que viene y su intención es hacerlo "a un nivel superior" de cara a hallar puntos comunes concretos en los que pueda confluir también la patronal.

Las dificultades para ello son evidentes, como reconoce Aburto, sobre todo por la postura cerrada de ELA a dialogar con la organización empresarial vasca, aunque esta central sí se ha mostrado dispuesta a hablar con Lakua sobre salud laboral o formación. "Es el sindicato mayoritario de este país y tiene que haber un diálogo entre el Gobierno y el sindicato mayoritario, como creo que debiera haber un diálogo entre el sindicato mayoritario y la patronal", insistió Aburto, quien recordó que, con la negociación colectiva bloqueada, el diálogo social que abarque otros asuntos es "prácticamente imposible".

En este intento de recuperar los convenios puede jugar un papel la iniciativa que trabajan CCOO, UGT y Confebask, que quieren tener cerrada en mayo, aunque dada su minoría no valdría para todas las empresas y requiere del apoyo de otra central.