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millones de euros es el volumen global de los avales formalizados por Elkargi el año pasado, casi un 30% menos que en 2012. La mora se situó en los 49,8 millones, con un crecimiento del 8,3%. Su beneficio ascendió a 3,6 millones, un millón menos. Elkargi asegura que estas cifras su "equilibrio patrimonial y solvencia".
BILBAO - "Las empresas empiezan a respirar, tienen un poquito más de oxígeno y necesitan dinero para financiar sus proyectos". Elkargi confirmó ayer que el bloqueo de la inversión toca a su fin y, aunque es pronto para dar por ganada la batalla, las compañías están arrancando, empiezan a solicitar créditos y encuentran apoyo en las sociedades de garantía recíproca y también en la banca en general.
Elkargi celebró ayer su asamblea general en Donostia con dos grandes mensajes. Por una parte, los datos de los últimos meses sitúan a Euskadi en "la salida de la crisis" pese a que todavía hay riesgos. Y, por otro lado, para engrasar esa todavía débil recuperación es necesario establecer lazos de colaboración entre Administración, empresas y entidades de crédito.
En relación a este último apartado, sus máximos responsables, Josu Sánchez (presidente) y Pedro Oyarzabal (consejero delegado), subrayaron la necesidad de poner en marcha "un modelo de financiación alternativa sólido" que se ajuste "mejor" a las demandas de las pymes y al mismo tiempo sea "bueno" para la banca. El objetivo final es que las empresas puedan sacar el máximo provecho de la mejoría de su cartera de pedidos, que no se quede en el tintero ningún proyecto por falta de financiación. Es la única vía para consolidar la recuperación y contribuir a que se traslade a la economía real. Reforzar el crédito también es en parte la forma de disipar las "incertidumbres" que todavía detecta Elkargi.
Según explicó Josu Sánchez, entre las lagunas de la economía hay algunas relacionadas con la fiscalidad, además, la demanda interna que "no repunta" y hay sectores con "dificultades para subsistir". Para Elkargi no habrá crecimiento hasta que no mejore la tasa de desempleo, lo que será "definitivo" para dejar atrás la crisis más dura y larga.
A pesar de las tensiones en la economía, Sánchez aseguró que 2013 no ha sido un ejercicio "tan complicado como se preveía" y que ha sido "un punto de inflexión" hacia el final del túnel. El problema es que ya es el "sexto año" de una recesión que se antoja injusta por las desigualdades que genera y "devastadora" por sus efectos que se reflejan también en la evolución de la morosidad.
La tormenta financiera ha obligado asimismo a reescribir las reglas del juego del sistema bancario y se está afinando la letra. El saneamiento de la banca estatal llega a su fin y las entidades financieras vascas, más sanas que las españolas, afrontan ahora un nuevo escenario en el que su objetivo es crecer no dedicarse casi exclusivamente a realizar provisiones. Una buena noticia para las empresas, porque el crédito es la piedra angular del negocio bancario.
nuevo modelo de financiación "La crisis nos ha dejado una concentración bancaria que solo puede ir a más. Es por ello esencial construir entre todos, para los próximos años, un modelo de financiación alternativa sólido, con un sistema de garantías fuerte. Ello contribuiría a resolver los problemas de riesgo y su coste, y también los de liquidez que pudieran volver a surgir. La financiación con garantías es mejor para las pymes pero además es buena para los bancos", expresó Sánchez.
El presidente de Elkargi afirmó que sigue siendo necesaria la intervención de las administraciones para continuar con la puesta en marcha de fórmulas que permitan la llegada de la financiación a las pymes para que puedan primero "resistir" y después "abordar retos competitivos".
La clave es la colaboración público-privada en Euskadi para sacar más rendimiento a las líneas de financiación, incluidas las europeas. En ese sentido, los responsables de Elkargi estiman que esos espacios de encuentro entre la administración y los agentes empresariales y financieros "permitirían establecer un modelo vasco de financiación potente, más competitivo y complementario". Nada de eso será posible sin "bancos vascos fuertes, sistemas empresariales unidos y un sistema de garantías fuerte".