La renta disponible de los vascos baja un 6% durante la crisis

Los hogares medios ganan peso en los ingresos pese a la evolución negativa de ricos y pobres

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gasteiz. El aumento paro y la destrucción de empresas son la cara más dura de la crisis, pero en líneas generales todas las familias han visto reducidos sus ingresos en los últimos años. La situación en Euskadi ha sido más favorable que en el resto del Estado, los salarios vascos siguen entre los más altos y además la tasa de desempleo no ha alcanzado los niveles de otras comunidades. Las variables, con todo, dibujan una compleja ecuación en el escenario de salida de la crisis, un momento en el que las rentas de los vascos son cerca de un 6% más bajas que en 2008.

El Departamento vasco de Hacienda y Finanzas ha elaborado un estudio sobre las desigualdades en la distribución de renta en el periodo entre 1986 y 2012. El resultado principal del informe sitúa a la CAV a la cabeza de Europa en distribución de renta y aporta otros datos como el reparto de los ingresos por hogares y el nivel de renta disponible.

En ese sentido, pese a los estragos de la recesión, la renta media de los vascos ha bajado solo algo más de un 1% anual desde el estallido de la crisis, hasta alcanzar un 5,9% entre 2009 y 2012. Se trata de un porcentaje inferior a la caída de los salarios, que han perdido poder adquisitivo a un ritmo del 3% anual durante los peores años del ciclo en muchas empresas. El retroceso medio de las rentas también está por debajo del incremento del 10% registrado entre 2004 y 2008.

las rentas más bajas La huella de la crisis es muy honda y tardará mucho tiempo en borrarse, sobre todo para las rentas más bajas, que son las que han sufrido el recorte en sus ingresos. Según el informe elaborado por el Gobierno, la renta media del segmento de la población con menos recursos ha caído un 10,3% los últimos años. La cifra contrasta con la evolución de las rentas más altas (-2,2%) y duplica la media.

A pesar de la evolución de los dos extremos, los más ricos y los más pobres, las rentas medias se benefician del esquema de redistribución de renta vasco, apuntalado desde el sector público en las prestaciones sociales. De este modo, las familias con rentas medias mantienen e incluso aumentan en la zona media-alta su peso dentro del total de los ingresos de los hogares. En cambio, los más ricos han perdido un 3,3% de impacto en el reparto de ingresos y los más pobres, un 3,7%.

El informe también analiza la estructura salarial de Euskadi y confirma que el incremento de los trabajadores que cobran menos de mil euros. Uno de cada cinco empleados no llegaba a esa cifra en el inicio de la recesión y cuatro años después están en esa situación uno de cada cuatro, la mayoría (el 76%) son mujeres. Tras la entrada en vigor de la reforma laboral del PP, es posible que el porcentaje haya aumentado por el recorte en la capacidad de negociación que supone para los representantes sindicales.

Casi la mitad de los asalariados (el 44%) tiene un sueldo neto mensual superior a los 1.500 euros, un 31% de la población cobra entre 1.000 y 1.500 euros y un 25% recibe un salario inferior a 1.000 euros, de los cuales la mitad cobra menos de 700 euros. En el análisis también se constata que entre 1996 y 2008 los ingresos medios subieron progresivamente en todos los tramos de edad, excepto los de los más jóvenes (16-24 años), pero desde 2008 sólo han continuado aumentando sus ingresos los mayores de 55 años, mientras que los menores de 35 años han sufrido una notoria caída.

Por sexos, se confirma la progresiva incorporación de las mujeres al mercado laboral desde 1996 hasta 2012, año en el que los porcentajes de mujeres y hombres casi se igualan. Sin embargo, los resultados en ese último año muestran que el 67 % de las mujeres asalariadas obtiene salarios inferiores a 1.500 euros, mientras que en los hombres son el 45 %.

La rentas más bajas han caído un 10,3% desde el estallido

de la crisis, las más altas solo un 2,2%

Uno de cada cuatro trabajadores de la CAV gana menos de mil euros al mes, la mayoría (el 76%) son mujeres