bangkok. La Organización Mundial del Comercio (OMC) alcanzó ayer un acuerdo histórico en la isla indonesia de Bali que desbloquea la Ronda de Doha, estancada desde 2008, y permite avanzar en la liberalización del comercio internacional.

Los 159 países miembros de la OMC mostraron su voluntad política al superar las disensiones y ponerse de acuerdo en temas importantes sobre agricultura, facilitación del comercio y desarrollo. Así, en el centro del acuerdo está la reducción a nivel global de las barreras al comercio.

Los partidarios calculan que este pacto supondrá un billón de dólares a la economía mundial y que creará 21 millones de puestos de trabajo, cifras que el comisario europeo de Comercio, el belga Karel de Gucht, se mostró reacio a secundar durante una rueda de prensa posterior a la clausura y retransmitida por internet.

El director general de la OMC, el brasileño Roberto Azevedo, celebró el éxito como histórico y dijo que representa el renacimiento de la organización que dirige desde el pasado septiembre.

"La OMC ha vuelto a la vida en las últimas semanas. Hemos visto esta organización como debe de ser: negociadora y dinámica en busca de acuerdos", indicó Azevedo durante la ceremonia de clausura. Azevedo, apoyado por el país anfitrión, Indonesia, es el principal artífice de que esta conferencia que se inauguró el martes sin expectativas tras el fracaso de las negociaciones en Ginebra, en noviembre, concluyese con consenso.

La seguridad alimentaria ha sido uno de los temas candentes a la hora de alcanzar un acuerdo. India y otros países se negaban a prescindir de sus programas de alimentos baratos para los pobres, a cambio de tener pleno derecho a entrar en el comercio mundial.

Así, tras intensas negociaciones, el texto final permite a los países en vías de desarrollo almacenar alimentos para luego venderlos con fuertes subsidios, para proporcionar comida a las personas con menos recursos. Pese a reconocer que este es un gran avance, los detractores del acuerdo como la organización sin ánimo de lucro World Development Movement, calificaron de insuficientes los compromisos adquiridos en Bali y de beneficiosos para las grandes corporaciones y no para los pobres.

Cuando parecía que el camino se había allanado, Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela pusieron objeciones en la madrugada del sábado. La posición en general de ese grupo partía de considerar inaceptable que la OMC busque facilitar el comercio y se mantenga el embargo sobre Cuba. Finalmente, estos países retiraron el veto al conseguir que la organización condenara el embargo.

A la OMC le queda a partir de esta novena conferencia ministerial que los gobiernos de los países miembros ratifiquen los acuerdos alcanzados en Bali, lo que podría requerir varios años. "Encomendamos al Comité de Negociaciones Comerciales que prepare, en los próximos 12 meses, un programa de trabajo claramente definido sobre las cuestiones restantes del Programa de Doha para el Desarrollo", dice la Declaración Ministerial de Bali. Para De Gucht, lo importante ahora es trasladar al terreno técnico aquellos obstáculos superados por la voluntad política y acuerdos temporales en Bali, como los programas gubernamentales de alimentos asequibles para los pobres de India y otros países.

el futuro Para España, los nuevos asuntos que debería abordar la OMC son "fijar un marco global para el crédito a la exportación con apoyo oficial; reglas sobre tasas a la exportación; y también ofrecer un marco para la estabilidad jurídica a los inversores internacionales", según apuntó el ministro español de Agricultura, Miguel Arias Cañete, en Bali.

El Programa de Doha para el Desarrollo, también conocido como Ronda de Doha, nació en Catar en 2001 para liberalizar el comercio entre los países miembros.

Oportunidad para las exportaciones españolas

El Gobierno español aseguró ayer que el acuerdo alcanzado por la OMC es "histórico" porque garantiza el futuro del sistema multilateral de comercio, al tiempo que será generador de oportunidades para el sector exportador español e impulsará la salida de la crisis. El ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, y el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, encabezaron la delegación española en Bali. En el caso de España, los beneficios serán especialmente relevantes en los mercados con mayores cargas burocráticas y en aquellos con los que nuestro país no tiene acuerdos comerciales bilaterales.Para Arias Cañete, con este acuerdo la OMC revalida su función como "foro clave" para la fijación de las reglas que rigen el comercio internacional y para la negociación entre sus miembros.