AZPEITIA. Los trabajadores de Grumal, empresa dedicada a la fabricación de mobiliario de cocina y adquirida en 2005 por Fagor Electrodomésticos, han puesto en marcha un calendario de movilizaciones, que se desarrollará fundamentalmente en Arrasate, donde se ubican las sedes tanto de Fagor Electrodomésticos como de la Corporación Mondragón.

El presidente del comité de empresa de Grumal, Patxi Isasmendi, acompañado de Josu Galarraga (ELA) y Andone Arrieta (LAB), han presentado hoy en una rueda de prensa, celebrada a las puertas de la fábrica de Azpeitia, estas protestas, que arrancarán el próximo jueves con una concentración ante la sede de Fagor Electrodomésticos, desde donde los trabajadores partirán en manifestación hasta las oficinas del grupo Mondragón.

No obstante, será el día 17 cuando el comité de empresa iniciará un encierro en un lugar de Arrasate aún sin concretar, aunque se baraja la posibilidad de que se desarrolle en los bajos del Ayuntamiento o en pórtico de la iglesia, han desvelado.

Los representantes de los trabajadores permanecerán en ese lugar "desde la mañana hasta la noche" para hacer "visible" la situación de total incertidumbre que atraviesan los empleados de Grumal desde que se desató la grave crisis de Fagor Electrodomésticos.

El encierro terminará el día 20, cuando han convocado una jornada de huelga en Grumal, que los trabajadores aprovecharán para desplazarse a Arrasate, reunirse con el comité y celebrar una manifestación desde el centro de la localidad hasta llegar, de nuevo, a las oficinas centrales de la Corporación Mondragón.

Los representantes sindicales han explicado que Grumal es la única filial de Fagor Electrodomésticos que continúa con actividad, aunque sus trabajadores aún no han percibido la nómina de noviembre y continúan a la espera de que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de San Sebastián admita la solicitud de concurso de acreedores presentada el pasado jueves por la matriz.

Han recordado que el acuerdo de compra de Grumal por parte de Fagor Electrodomésticos en 2005 incluía "la cooperativización" de la empresa, proceso que nunca se ha llegado a hacer realidad pese a que los trabajadores de esta firma han realizado los "mismos esfuerzos" que los socios de la cooperativa.

Han indicado que en la planta de Azpeitia hay 95 trabajadores con contratos indefinidos, a los que se suman otros 53 reubicados en distintas plantas de Fagor, a los que se da el tratamiento de "socios de duración determinada", cuyo contrato expira el 31 de diciembre y tendrían que regresar a Grumal.

Los representantes sindicales han asegurado que la única respuesta que han recibido hasta ahora por parte de Fagor ha sido la presentación, por parte de un "financiero que han puesto como intermediario", de un plan de viabilidad para Grumal, que plantea, entre otras cuestiones, el mantenimiento de sólo 48 de los 148 empleos de esta empresa.