PARÍS. El ministro francés de la Reconstrucción Productiva, Arnaud Montebourg, ha presentado hoy un nuevo fondo al que se dotará con 380 millones de euros de dinero público para acudir en ayuda de empresas en dificultades, y ha dicho que Fagor-Brandt podría ser una de las beneficiarias.
Montebourg ha señalado en una entrevista a la emisora de radio "France Inter" que Fagor-Brandt, cuyas plantas están paralizadas desde el 14 de octubre por el proceso de suspensión de pagos, "forma parte de nuestros objetivos" con ese nuevo plan de "resistencia económica".
Ha insistido en que el grupo español tiene una cuota de mercado del 14 % en los electrodomésticos en Francia, dispone de tecnología propia, capacidad de innovación e instalaciones industriales.
"Queremos conservar esta herramienta industrial, desplegarla y mantener el mayor número de empleos", ha recalcado.
Aunque no ha dado detalles de la posible intervención en el caso de Fagor-Brandt, ha precisado que el nuevo fondo, cuya constitución se formaliza en el Consejo de Ministros, no pretende que el Estado tome el control de las empresas intervenidas de forma duradera.
"Nuestra opción es dar un apoyo público temporal junto a inversores privados", ha indicado tras justificar el nuevo dispositivo: "puesto que el sistema financiero no ha hecho su trabajo (...), el Estado va a hacer de banco, es decir que va a tomar dinero prestado para prestarles" a las empresas en dificultades.
Uno de los responsables sindicales de Fagor-Brandt en Francia, Paul Briglia, de la Confederación General del Trabajo (CGT), ha hecho hincapié tras la intervención del ministro en que se necesita "dinero para reactivar las factorías" actualmente paradas.
Briglia, que ha dicho desconocer la forma en que podría adoptar una ayuda pública con un fondo que todavía no está creado -esta tarde será objeto de un voto en la Asamblea Nacional-, se ha felicitado en cualquier caso por la iniciativa.
"Tanto mejor si el Gobierno se da cuenta de que el mercado por sí solo no es suficiente", ha comentado el sindicalista, que ha recordado que el parón de la actividad en Francia afecta a los 2.000 empleados del grupo, pero también a otro millar de proveedores y empresas subcontratantes.