Bilbao. Kutxabank y los sindicatos que aportan mayoría suficiente para ello, CCOO, ALE, GIV y Pixkanaka -que suponen el 76,9% de la representación en la mesa negociadora-, han llegado a un preacuerdo para la firma del que será el primer convenio colectivo del banco vasco. La firma, si la corroboran los afiliados, afectará a los trabajadores de las antiguas Kutxa, BBK y Vital, dejando a un margen a los trabajadores de Cajasur, que cuentan con un convenio propio. Así, son 4.662 personas las que se verán representadas en este pacto.
Este acuerdo tendrá una vigencia de cuatro años -de 2013 a 2016, según explicaron ayer las partes. CCOO y Kutxabank destacaron que igualará las condiciones laborales de los trabajadores de las entidades integradas en Kutxabank y establecerá una única regulación para toda la plantilla. Ésa será la principal novedad del acuerdo, el primero pactado desde la fusión de las cajas vascas en enero de 2012. Además, el acuerdo se ha pactado antes de que decayeran los convenios colectivos de Kutxa y Caja Vital, el próximo 31 de diciembre.
El convenio incluye una congelación salarial para los años 2013 y 2014, excepto a las escalas más bajas de la plantilla. Además se incluye una subida salarial para 2015 y 2016, del 1,50% sobre el IPC, cada año. También se suspenderá durante un año la aportación que realiza la empresa a los sistemas de previsión social voluntaria -EPSV-. La propia Kutxabank destacó ayer que "el acuerdo se alinea con el objetivo de contener los gastos de personal."
El banco vasco realizará además importantes mejoras en medidas que permitan conciliar la vida laboral y familiar. Según Comisiones Obreras se regulará la movilidad geográfica estableciendo compensaciones, "las más altas del sector".
Críticas El sindicato ELA, que no participa en el acuerdo y que reclama un marco vasco de negociaciones -en el que sería el colectivo más representado-, criticó ayer severamente el pacto alcanzado por otros sindicatos. Según ELA, este está respaldado "por un escaso 51% de representación en Euskadi". Para el sindicato, el acuerdo supone "una claudicación en toda regla. Un sometimiento inapelable a la empresa en todos los aspectos".
CCOO sin embargo destacó que el convenio ofrecerá a la plantilla de Kutxabank "estabilidad y confianza en su futuro, respetando sus condiciones laborales". Por su parte, Kutxabank valoró y destacó ayer a través de un comunicado "la estabilidad y la solidez que generará un convenio suscrito con una amplia mayoría y con una visión a largo plazo", ya que el compromiso "refleja la voluntad negociadora y la visión a largo plazo de las partes".
Mario Fernández. Foto: Pablo Viñas