DONOSTIA. La cooperativa Fagor Electrodomésticos presentó ayer un preaviso de concurso de acreedores que le va a permitir reordenar la deuda real cercana a los 1.000 millones de euros con los acreedores financieros, y poner en marcha un plan de viabilidad que va a tener como consecuencia la existencia de un excedente, todavía sin determinar, entre los 1.800 socios cooperativistas.
Fagor Electrodomésticos tiene un plazo de tres meses para renegociar la deuda con los acreedores y dar una salida a la situación industrial de la cooperativa en la que se contempla, indefectiblemente, la venta de algunas plantas, con toda probabilidad la de Francia, así como la suspensión de líneas de producción netamente deficitarias como son las de frigoríficos y lavadoras.
La salida se antoja un poco complicada dada la situación de crisis que ha provocado un retraimiento en la compra de instalaciones industriales en general. La venta de algunas plantas de Francia formaba parte de un anterior plan estratégico de Fagor Electrodomésticos que la realidad ha hecho que no haya podido materializarse. El Gobierno Vasco, a través del Departamento de Desarrollo Económico, apoya la puesta en marcha del plan de viabilidad, que ya se había planteado en el futuro, a pesar de las grandes dificultades que existen. "Hay que explorar un escenario que pase por analizar la posible reestructuración de parte de la actividad con mayor valor añadido, en aras a mantener el máximo de los empleos posibles" , señala Arantza Tapia.
Transcurrido el plazo de tres meses, y si no hubiera acuerdo con los acreedores, se iría directamente a la presentación de un proceso concursal. Fagor Electrodomésticos dio ayer el paso de presentar el preconcurso como medida disuasoria para evitar que alguno de los acreedores solicitara directamente el concurso, lo que significaría, irremediablemente, la quiebra.
De cualquier forma, Fagor Electrodomésticos tiene avanzado una parte del trabajo, ya que en las últimas semanas había un principio de acuerdo con los bancos acreedores y los proveedores para financiar la deuda de 150 millones de euros para saldar los pagos más inmediatos y normalizar la actividad de la empresa.
La puesta en marcha del plan de viabilidad que Fagor Electrodomésticos tiene que poner en marcha en el próximo trimestre va a suponer necesariamente la creación de un excedente entre los 1.700 socios cooperativistas de las cuatro plantas que tiene en Gipuzkoa y la factoría de Basauri (Bizkaia), que, en una primera instancia, se va a resolver a través de prejubilaciones y la reubicación de los trabajadores en otras empresas del grupo cooperativo.
Esta fórmula que forma parte del ADN cooperativo y que se ha utilizado en situaciones de cierre o de crisis en las cooperativas cuyos excedentes han sido recolocados en otras compañías del grupo van a contar con el apoyo de una oficina de empleo creada ad hoc que contará con un fondo de 50 millones de euros y personal específico que tendrá como objetivo encontrar trabajo a personal de Fagor Electrodomésticos.
Fuentes de Corporación Mondragón señalaron ayer a este periódico "el compromiso serio y riguroso del grupo de que las personas excedentarias de Fagor Electrodomésticos sean reubicadas en el resto de las cooperativas". Los socios cooperativistas que no puedan ser reubicados tendrán la cobertura de Lagun Aro, que es la entidad de prevención cooperativa que puede cubrir situaciones de desempleo.
Como es obvio nadie es capaz de situar el excedente de trabajadores que puede tener Fagor Electrodomésticos hasta que no se vaya materializando el plan de viabilidad de la empresa.
La posibilidad de poner en marcha nuevas líneas de actividad capaces de absorber a los trabajadores de Fagor Electrodomésticos, y que fue planteada en su tiempo, ha sido rechazada por la coyuntura y ha quedado totalmente descartada. "La situación económica es tan complicada que poner en marcha negocios con valor añadido que generen un empleo sostenido es pura ciencia ficción", señalaron fuentes de Corporación Mondragón.
A pesar de que haya podido causar sorpresa en muchos medios la presentación de preaviso concursal por parte de Fagor Electrodomésticos era la única salida que tenía la compañía. Así que a nadie sorprendió cuando en la tarde del martes la comisión permanente de la Corporación Mondragón, donde están representadas las cooperativas, decidió no aportar más recursos y rechazar la petición de refinanciar la deuda de la empresa símbolo de los valores cooperativos.
"Las cooperativas no podíamos hacer un nuevo esfuerzo adicional después del que hicimos en mayo con la creación de un fondo con 70 millones de euros con destino a resolver la situación de Fagor Electrodomésticos", señalaron fuentes de Corporación Mondragón.
Sea como fuera, lo cierto es que la disyuntiva que se planteaba en las cooperativas es que la ayuda a Fagor Electrodomésticos podría arrastrar a otras empresas que pudieran estar en situación delicada, como consecuencia de la crisis. "Por salvar el empleo de 1.800 socios podríamos poner en peligro el de otros muchos cooperativistas, sobre todo, cuando las perspectivas no eran buenas", dijeron fuentes cooperativas.