Vitoria. El programa de apoyo financiero a las pymes del Gobierno Vasco y las sociedades de garantía recíproca ha movilizado hasta ahora 64,8 millones de euros, una cifra que confirma el desgaste que han sufrido las empresas durante la crisis. El presupuesto del plan de financiación de circulante es de 600 millones de euros, la mitad ya ha sido activada y a día de hoy todo apunta a que no será necesario habilitar el segundo bloque.
Los últimos datos disponibles son los de la primera semana de agosto, pero el parón estival se ha notado y el volumen real a día de hoy no diferirá mucho. El Departamento de Hacienda y Finanzas contabiliza las operaciones cuando han sido formalizadas y el dinero ya ha llegado a las empresas. Según ese criterio, a principios de agosto se habían cerrado 363 avales por un importe global de poco menos de 65 millones de euros. La cuantía media fue de 178.480 euros frente a los más de 335.000 euros de media de la primera edición del programa en 2009, al inicio de la crisis, cuando a estas alturas ya se habían puesto en circulación en torno a 95 millones.
La explicación del menor ritmo de concesión de avales hay que buscarla precisamente en la variable de la cuantía de las operaciones. Aunque este año se han cubierto las necesidades de más empresas, 363 frente a las cerca de 300 de hace cuatro años, el importe concedido es menor. Se llega a más pymes pero con menos dinero por lo que el gasto global es menor.
Este año se están formalizando muchos préstamos de en torno a 20.000 euros para autónomos, un colectivo que tienen un tope de 100.000. Y en el caso de las pequeñas empresas el programa se está centrando entre los 50.000 y los 200.000 euros, cuando hay un máximo disponible de 650.000 euros que nadie está alcanzando.
También se nota en líneas generales que hay menos empresas interesadas que en la edición de 2009, cuando el último ejecutivo de Juan José Ibarretxe lanzó la iniciativa para hacer frente a los primeros embates de la recesión. Se están rechazando asimismo más solicitudes que entonces. En concreto, no cumple los requisitos en torno a la mitad de las pymes que acuden a las sociedades de garantía recíproca Elkargi y Oinarri en busca de apoyo para financiar su circulante.
el desgaste de las empresas Las comisiones de evaluación de riesgos de las SGR se están encontrando con un gran número de empresas prácticamente muertas, sin apenas margen de maniobra para reflotar su actividad. En líneas generales, entre las compañías vascas hay más urgencias de capitalización, de aumentar su capital social para hacer frente a las deudas, que necesidades de refinanciación, pero muchos empresarios exploran la vía del plan de circulante ante la imposibilidad de acceder a financiación en los mercados, en los bancos o a través de sus accionistas.
Los problemas de liquidez siguen siendo un lastre para las pymes, que llevaban años pidiendo la puesta en marcha de un programa de este perfil y ahora ven pasar por delante de la puerta la oportunidad.
Aunque el programa de financiación de circulante se aprobó en marzo, a efectos prácticos no fue hasta mayo cuando empezó realmente a fluir el dinero hacia las empresas, a causa de la Semana Santa y por el tiempo que transcurre desde que se realiza el primer contacto con la pyme hasta que se autoriza el préstamo.
En algo más de tres meses -desde el 1 de mayo hasta el 8 de agosto- se han formalizado 30 millones menos que en los primeros tres meses del programa anterior.
Al ritmo actual, las sociedades de garantía recíproca dudan incluso de que se vaya a agotar la primera fase del programa, los primeros millones. El Gobierno Vasco tiene en cualquier caso preparada la segunda inyección en caso de que fuera necesaria de aquí a diciembre, algo más que improbable.
Con todo existe un desajuste entre los datos que maneja el Departamento de Hacienda y los de las SGR. Tras la autorización de las sociedades avalistas, el préstamo necesita un segundo visto bueno por parte del Ejecutivo de Gasteiz, y es entonces cuando la administración pública contabiliza la operación.
De este modo, fuentes consultadas de Oinarri consideran que la cifra de avales concedidos es superior a esos 64,8 millones de euros. En su caso, ya se han concedido avales por 30 millones y hay operaciones a punto de autorizar por otros 7,5 millones. Oinarri, centrada en el mundo cooperativista, está avalando en torno a la mitad del total de créditos, con lo que lo más probable es que el volumen sumando la activiadad de Elkargi haya superado ya los 112 millones de euros.
Oinarri estima que cerrará operaciones por otros 15 millones entre septiembre y octubre. Si se cumple esa previsión, la cifra del conjunto del programa se situará cerca de los 160 millones, poco más de la mitad de la primera fase del presupuesto.
frenazo en julio Tras el primer impulso del arranque del plan de circulante, las sociedades de garantía recíproca han notado un frenazo a partir de julio y el inicio de septiembre no ha mejorado el escenario. Es pronto para saber si se trata solo de una ralentización estacional o si el programa está agotando su recorrido a causa de la debilidad extrema de las empresas.
Lo cierto es que el Gobierno Vasco ha puesto sobre la mesa combustible financiero para 1.800 empresas, que, según sus estimaciones, llamarían a la puerta de las sociedades de garantía recíproca. Son cinco veces más de las que han conseguido entrar en el programa.
Las previsiones de Lakua también apuntaban a que los primeros 300 millones del programas salvarían 19.000 puestos de trabajo. La erosión de la crisis extiende su factura cada día y el precio lo pagan sobre todo las pymes y los autónomos. Hace cuatro años fue necesario ampliar en cien millones el presupuesto y hoy no se va a alcanzar.