los consumidores españoles soportan una nueva espada de Damocles sobre sus menguadas carteras con la posibilidad de que los precios de los combustibles, gasolinas y gasóleos, puedan repuntar de la mano de una subida de las cotizaciones internacionales del petróleo derivada de la existencia de conflictos regionales en los países islámicos, esta vez en Siria.
Las tensiones en Oriente Medio ante un inminente ataque militar de Estados Unidos y sus aliados a Siria han impulsado el precio del petróleo a máximos de dos años. Con el precio del barril de brent -el petróleo de referencia en Europa- camino de los 118 dólares (casi 90 euros), diez más que hace apenas 20 días, la posibilidad de que a la vuelta de las vacaciones se produzca un nuevo incremento del precio de las gasolinas y los gasóleos en las estaciones de servicio del Estado es más real que nunca.
Aunque ahora parezca un escenario de ciencia ficción, en el año 2004, hace menos de una década, el precio del litro de gasolina 95 en España estaba en 0,80 euros y el del gasóleo en 0,60 euros. Precios que contrastan con los casi 1,50 euros y los más de 1,30 euros que llegaban a alcanzar los mismos productos en algunas gasolineras de Navarra este fin de semana.
La realidad es que cada vez que se produce una intervención militar en la zona de Oriente Medio, donde están las mayores reservas de crudo del mundo y donde se produce el 35% del petróleo, aumenta la inquietud ante posibles restricciones de suministro. Ello es aprovechado por los intermediarios para subir los precios internacionales de una materia prima que en circunstancias como estas vuelve a ser -si es que alguna vez ha dejado de serlo- el oro negro.
"La preocupación es que un ataque contra Siria tenga repercusiones en toda la región, lo que aumentaría el contagio a otros países y, posiblemente, puede derivar en una interrupción del suministro en otro lugar más importante", afirmó hace unos días Michael Wittner, de Societe Generale.
El problema no es Siria, puesto que este país solo representa el 0,5% de la producción mundial del oro negro y sus reservas apenas suponen el 2,5% del total, según datos de la Organización de Países Productores y Exportadores de Petróleo (OPEP). La cuestión es que las incertidumbres derivadas de una intervención militar de Estados Unidos en Siria pueden provocar una escalada de las tensiones políticas en la zona -lo que afectaría a una potencia regional como Irán, productor de crudo mucho más importante y que puede controlar el estrecho de Ormuz por donde pasa buena parte del petróleo mundial y las consecuencias en Irak- lo que favorece el aumento de la cotización del crudo.
Incidencia en España Las fluctuaciones del precio del petróleo en los mercados internacionales afectan de una manera muy importante a la economía del Estado por el hecho de que la dependencia energética española es una de las más altas de Europa. A pesar del importante aumento de las energías renovables en los últimos años, todavía su peso en el mix energético es relativamente bajo.
Actualmente la dependencia exterior se encuentra en torno al 80%, sin que haya habido ninguna mejora significativa en los últimos años. Esto se explica por el alto consumo de hidrocarburos. El petróleo y el gas natural representan casi el 75% (50% y 25% respectivamente) del consumo de energía primaria en España, mientras que su producción interna es insignificante.
En el caso concreto del Estado, aunque ahora no importe petróleo sirio, una subida de un solo dólar en el precio internacional del barril le encarece la factura energética en 600 millones de dólares (más de 450 millones de euros). Y en una economía en recesión, con una parte sustancial del transporte de mercancías realizado por carretera a través de camiones, un incremento del precio de las gasolinas y gasóleos daría la puntilla a la incipiente recuperación.
El precio del barril de brent, de referencia en Europa, ha alcanzado casi 118 dólares (casi 90 euros), el mayor nivel en seis meses. Los analistas creen que este precio podría alcanzar la cota de los 150 dólares (unos 113 euros) el barril si la situación se complicase en Oriente Próximo, según un informe de Societé Generale.
El West Texas Intermediate (WTI), el petróleo usado en Estados Unidos como referente, ha registrado el nivel más alto en dos años. No marcaba los 110 dólares (83 euros), pese a un recorte el viernes a 108 dólares (81 euros), desde mayo de 2011 cuando existía el miedo a que la crisis de la deuda soberana del euro se extendiera a EEUU.
Las petroleras ganan El encarecimiento del precio del petróleo ha provocado pérdidas bursátiles en las compañías aéreas por los mayores gastos en combustible, y ha relanzado los beneficios de las petroleras de todo el mundo. Las grandes favorecidas son las gigantescas corporaciones estadounidenses Chevron y Exxon Mobil, que se han anotado subidas esta última semana.
A corto plazo, otro gran beneficiado de las alzas de los precios del petróleo es la Hacienda pública. No hay que olvidar que cerca del 45% del precio de venta al público de la gasolina son impuestos. De hecho el viernes el barril de brent alcanzó un precio en el mercado de 117,89 dólares (89 euros). Teniendo en cuenta que un barril contiene 159 litros de crudo y que el cambio de las divisas era de 1,32 dólares por cada euro, el precio real del litro de crudo era 0,56 euros. De ahí hasta los 1,5 euros del precio final se suman los gastos del transporte, el refino y la distribución, así como los márgenes de beneficios de los intermediarios, más los impuestos que representan casi lo mismo que el precio del crudo.
La subida del petróleo, que se dejará notar enseguida en el precio de los combustibles a nivel local, puede suponer un obstáculo para la incipiente recuperación económica que parece vivir la eurozona tras encadenar varios trimestres de anemia económica a raíz de la crisis financiera de 2008. Una de las posibles consecuencias para España, si se prolonga mucho la situación, es que la inflación suba por encima de lo previsto, lo que perjudicará al consumo y a las cuentas públicas. No hay que olvidar que el Gobierno Rajoy ha hecho las presupuestos con unos precios del petróleo que en ningún caso superarían los 110 dólares-barril (83 euros-barril).
Gasolina más cara Los precios de las gasolinas a la espera de un probable repunte oscilaban en Álava entre la más barata en Ribabellosa, a 1,32 euros, y la más cara en Subijana, 1,49. En el caso del gasóleo los precios oscilaban entre 1,23 en Ribabellosa (Álava) y 1,429 en Alsasua (Navarra). Mientras tanto en Bizkaia los precios rondaban de los 1,38 euros el litro en Erletxes-Galdakao, la más barata, a 1,48 euros, en Mallabia. En Gipuzkoa se movían entre 1,38 euros en Donostia y 1,49 en Oiartzun. Estas cifras todavía están ligeramente por debajo de los máximos históricos de septiembre de 2012, donde llegaron a 1,52 euros en el caso de la gasolina y de 1,44 euros en el del gasóleo.
Casualidad o no, la mayoría de los incrementos de los precios de los carburantes en España suelen coincidir con las fechas de salidas o vueltas de periodos vacacionales, fechas en las que aumenta sustancialmente el número de desplazamientos de ciudadanos particulares. Curiosamente, y rompiendo con las habituales reglas del mercado capitalista, los precios de las gasolinas se han mantenido al alza en el Estado, pese a una caída sustancial de la demanda por efecto de la crisis económica en los últimos años.
En el pasado año, el consumo de productos derivados del petróleo en España bajó hasta los 25,6 millones de toneladas métricas, más de un 6,1% menos que en 2011, según la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Y la tendencia a la baja de la demanda sigue. De hecho, en el presente año el consumo de gasolinas y gasóleos de automoción en los siete primeros meses del ejercicio se ha reducido el 5,7% frente al mismo periodo del año pasado, hasta los 14,5 millones de toneladas, pese al ligero repunte del uno por ciento en el pasado mes de julio respecto a igual mes de 2012.
La demanda de gasolinas entre enero y julio ha sido de 2,6 millones de toneladas, el 7,3% menos, mientras que el de gasóleo -con mayor presencia en el transporte profesional pese a la dieselización del parque automovilístico español en el que siete de cada diez coches se mueven con gasoil- ha caído el 5,7%, hasta los 11,9 millones de toneladas.
Así, un escenario macroeconómico con precios internacionales en torno a los 120 dólares (algo más de 90 euros) no ayudaría, según los economistas, a volver a la senda del crecimiento a España, cuya demanda interna sigue estando bajo mínimos pese a las buenas palabras del Gobierno de Rajoy.
l Precio del crudo. El barril del Brent, de referencia en Europa, está a 117,89 dólares y el West Texas, de referencia en EEUU, a 107.
l Subida. En los últimos veinte días el precio ha subido 10 dólares/barril.
l Barril. Contiene 159 litros de petróleo. El precio actual, con un cambio euro-dolar de 1-1,32, es de 0,56 euros por litro.
l Precios en Álava. Oscila entre 1,325 en Ribabellosa y 1,491 en Subijana.
l Precios en Bizkaia. La gasolina 95 varía entre 1,382 euros/litro en Erletxes y 1,482 en Mallabia.
l Precios en Gipuzkoa. Se mueven entre 1,385 en Donosti y 1,491 euros en Oiartzun.
l Consumo en el Estado. El consumo de productos petrolíferos en 2012 fue de 25,6 millones de toneladas, un 6,1% menos. Este año cae un 5,7%.
l Precios en Navarra. El precio de la gasolina 95 oscila entre 1,359 euros en Burlada y 1,519 en Alsasua.