vitoria. Muchos trabajadores vascos se han encontrado al volver de vacaciones de julio con la desagradable constatación, vía carta o correo electrónico, de la pérdida del acuerdo que venía regulando sus condiciones. El Consejo de Relaciones Laborales (CRL) contabiliza desde el 7 de julio cerca de 370 notificaciones de empresas que comunican a sus empleados que la referencia de sus condiciones deja de ser el ámbito vasco. No obstante, a la vez que se informa del paso a la regulación estatal, una mayoría de firmas opta por no tocar salarios y jornada hasta una fecha concreta, en la mayor parte de casos el 31 de diciembre aunque también hay otros topes como el 30 de septiembre o el 30 de junio de 2014.
En estos casos, lo que puede pasar a partir de la fecha marcada como límite se desconoce. Para los sindicatos, los empresarios están preparando a través de estas cartas el terreno para una futura rebaja de salarios, mientras que las patronales mantienen que las empresas actuarán con responsabilidad y solo reducirán condiciones cuando sea totalmente necesario para la supervivencia de la compañía. En todo caso, el mantenimiento de las actuales condiciones una vez superada la fecha que aparece en las cartas se produciría por decisión unilateral del empresario puesto que, en principio y salvo que futuras sentencias digan lo contrario, no tendría ninguna obligación legal de hacerlo.
A partir del 7 de julio las empresas se han lanzado a cumplir con una de las recomendaciones de la patronal Confebask, que era poner en conocimiento de los trabajadores cuál será su nueva situación tras el fin de la vigencia de su convenio. Hay varios modelos de notificación dentro de las cartas de empresas contabilizadas por el CRL -aquellas que han sido denunciadas a este organismo por los sindicatos-. La mayor parte indican que las condiciones más relevantes del antiguo convenio, salario y jornada, se mantienen hasta una fecha determinada, en la mayoría de casos hasta fin de año. También hay cartas que informan de que los sueldos y el calendario se mantienen de forma "provisional".
En muchos de estos casos la empresa modifica la estructura salarial de manera que la base pasa a ser el convenio estatal, y si no lo hubiera el salario mínimo, a la que se le añade un complemento para que el trabajador mantenga por ahora su nivel de renta. Al margen de salarios y calendario, el resto de condiciones reguladas, como los permisos o las horas sindicales, quedan a expensas de la referencia estatal. También hay un porcentaje minoritario de comunicaciones en las que la empresa anuncia que modificará el salario en la próxima nómina directamente.
Cerca de 300.000 trabajadores vascos perdieron el 7 de julio su convenio, y de estos casi 230.000 quedaron además sin la cobertura de ningún tipo de acuerdo, es decir, no encuentran encaje ni en los convenios de ámbito vasco ni en los estatales. Uno de los sectores en que más cambios se están anunciando es el metal. En Bizkaia cerca de 80 empresas han comunicado que dejarán de aplicar el último convenio territorial, al margen de que la mayoría mantenga por ahora el nivel salarial. Las patronales territoriales ya han anunciado la pérdida de vigencia de los tres convenios del metal de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa, que amparaban en suma a más de 100.000 asalariados.
Entre los trabajadores afectados están los 8.000 de enseñanza concertada religiosa, donde la patronal Kristau Eskola ha anunciado su interés de desactivar el pacto vasco. Algunas empresas del sector, al no existir una regulación estatal de salarios, están estableciendo una media con los salarios que se abonan en el resto de comunidades autónomas, que ejerce de base, a partir de la cual se paga un complemento para cubrir lo que falta hasta el sueldo anterior.
También han mostrado su intención de acogerse al ámbito estatal las patronales de Artes Gráficas y la de Conservas de Bizkaia. Según fuentes sindicales se está anunciando la pérdida del convenio en numerosas empresas del comercio, del sector de consignatarios y el de ambulancias. En Gipuzkoa, julio ha sido especialmente convulso en la hostelería.
"Aunque la mayor parte de empresas están prolongando las condiciones más importantes hasta una fecha concreta, eso es válido solo para los que estaban trabajando el 7 de julio. A los nuevos contratos se les pagará el salario mínimo, lo que supone una discriminación", indica Joseba Villarreal, de ELA. "La patronal mantiene las condiciones mientras quiera, pero no hay duda de que pretende usar al máximo la reforma laboral y reducir salarios y aumentar la jornada", advierte Villarreal, que recuerda que tras recibir una notificación con un cambio de condiciones hay 20 días para denunciarlo.
Los sindicatos han recurrido a los tribunales la inaplicación de convenios como el de enseñanza concertada o los del metal. Las centrales recomiendan revisar la nómina de agosto y la de meses posteriores, y denunciar en caso de que se advierta alguna anomalía. Posiblemente pasarán meses hasta que los jueces resuelvan hasta qué punto el fin de los convenios permite a la empresa modificar las condiciones de trabajo.
Hasta el pasado 7 de julio los sindicatos encabezaron movilizaciones para pedir la renovación de los convenios de ámbito vasco. Foto: josé mari martínez
la nueva regulación laboral
tipos de notificación
l Sin cambios hasta fin de año. La mayoría de empresas están indicando que mantienen las condiciones más importantes, como los salarios y las jornada de trabajo, igual que hasta ahora. Indican que lo harán así hasta el próximo 31 de diciembre.
l Otras fechas. Otras firmas están manteniendo los sueldos hasta otra fecha, como el final de septiembre o de octubre. En otros casos también se prolonga la actual situación hasta junio del año que viene.
l De forma "provisional". Una situación de mayor incertidumbre generan las comunicaciones en las que la empresa indica que de momento se mantienen los salarios pero no precisa hasta cuándo.
l Cambios directos. Una minoría de las casi 400 notificaciones indican que la pérdida del convenio de ámbito vasco generará cambios en las condiciones, incluido el sueldo, de manera inmediata.
l 20 Días. Es el plazo para denunciar un cambio de condiciones laborales, a contar desde que se notifica la modificación, bien por carta o correo o bien en la propia nómina.