vitoria. La CAV encadenó en julio el cuarto descenso del paro consecutivo, pero lo que en principio es una buena noticia para la sociedad vasca deja otras lecturas más pesimistas sobre la situación del mercado de trabajo. La caída de 2.420 desempleados el mes pasado no tuvo un reflejo en la afiliación a la Seguridad Social. El descenso del paro estuvo basado un mes más en el efecto desánimo y el regreso de extranjeros a sus países, lo que hace que muchos desempleados se desapunten de Lanbide sin que haya detrás una mejoría de la ocupación.
El mes de julio suele ser bueno para el empleo, pero no tanto como junio, cuando se realiza el mayor número de contrataciones previas a la campaña del turismo. Sumando ambos meses Lanbide ha perdido casi 7.000 personas registradas, aunque no todos ellos están trabajando. Los 4.200 parados menos de junio se tradujeron en solo 180 nuevos afiliados a la Seguridad Social, mientras que en julio el sistema pierde más de 2.000 cotizantes. La tendencia en el último año es preocupante ya que la CAV pierde más de 32.000 trabajadores, que equivalen a un 3,5% del total de personas que cotizan.
La aparente contradicción que supone que haya menos parados pero también menos personas en activo es algo que viene ocurriendo en los últimos datos que aporta el Ministerio de Empleo para Euskadi -no así en las encuestas de Eustat, que concluyen que se ha creado empleo neto en la primera mitad del año- y tiene explicaciones diversas. La más evidente es que, tras más de cinco años de crisis, cada vez más desempleados han cubierto el ciclo de prestaciones y ayudas de manera que, ante la falta de perspectivas de encontrar un empleo, optan por no mantenerse de alta en Lanbide.
Una parte de estos, los extranjeros, optan en muchos casos por volver a sus países de origen, donde a veces, caso sobre todo de países latinoamericanos, hay más oportunidades de volver a trabajar.
El efecto de las jubilaciones y prejubilaciones de desempleados también juega un papel, así como los cambios legislativos que permiten a ciertos colectivos, como ocurre en el ámbito del servicio doméstico, trabajar sin ser dados de alta en la Seguridad Social. Otro factor que diluye los datos de afiliación es el empleo irregular, que por los tipos de trabajos suele repuntar en el periodo estival.
Pero los datos hechos públicos ayer por los servicios estatales de empleo también dejan números positivos, en primer lugar porque, al margen de los condicionantes, Euskadi encadena cuatro meses de bajadas en el número de desempleados apuntados en las oficinas, que son ahora 171.500. La comparación con 2012 puede ser una señal de que la recuperación no está lejos. En julio del año pasado el descenso fue de apenas 270 parados, bastantes menos que los 2.400 de este año -en la crisis solo julio de 2011 arrojó un dato mejor- y además esta comparación positiva no es coyuntural. En junio la lista de Lanbide adelgazó en 4.200 personas, por 2.800 de junio de 2012. Teniendo en cuenta el periodo abril-julio, los 4.000 parados menos de 2012 contrastan con los 7.700 menos de este ejercicio.
El mes pasado bajó el paro en Bizkaia y Gipuzkoa, con más fuerza en el territorio vizcaíno, mientras que Araba es una de las pocas provincias del Estado en la que sube el desempleo, con 168 parados más. El descenso del paro se nota especialmente en los servicios, aunque también hay buenos registros en construcción e industria.
65.000 parados menos En el conjunto del Estado español, el paro bajó en cerca de 65.000 personas en julio, hasta 4,7 millones. Es el quinto mes consecutivo de bajadas, algo que no ocurría en España desde antes de la crisis. Aunque más leve, también en el mercado laboral español se produce un desfase entre el descenso de parados y el número real de personas que han accedido a un empleo, ya que la Seguridad Social ganó 32.000 trabajadores, justo la mitad de lo que bajó el paro.
La caída del desempleo, celebrada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, se produjo gracias a las contrataciones de verano ya que descontando los efectos del calendario el mercado laboral español hubiera cerrado el mes con casi 8.000 parados más.
El turismo por tanto permitió un respiro a todas las comunidades autónomas, salvo a Aragón, única región donde aumentó el total de desempleados, además de Ceuta y Melilla. En Nafarroa la bajada fue menos significativa que en la CAV, con 442 parados menos, un 0,86%.
En los últimos doce meses, la Comunidad Foral se anota 4.400 nuevos parados, un 4,4% más, mientras que la CAV es la autonomía que peor balance arroja con 13.700 desempleados, un 8,7% más frente al 2,4% de incremento a nivel estatal.
Los meses de junio
y julio, con casi 7.000 parados menos,
han sido mejores
que los del año pasado
En el Estado español son cinco los meses
con bajadas del paro consecutivas, algo que no ocurría desde 2007