BILBAO. "Las aportaciones financieras subordinadas emitidas por Eroski y Fagor son un producto financiero complejo pero legal, sin embargo su comercialización por parte de bancos y cajas ha sido defectuosa, irregular e incluso fraudulenta en muchos casos", esta es la conclusión a la que ha llegado la Organización de Consumidores Vascos, EKA-OCUV, tras analizar la problemática que ha afectado a un colectivo amplio de consumidores que cuestionaban que la inversión en habían realizado en dichos productos, -y que les está generando unos importantes intereses-, no tiene fecha de vencimiento pues las referidas aportaciones son de carácter perpetuo.

EKA-OCUV ha abogado, si no se da una solución a los compradores de dichos productos de inversión, por demandar en los tribunales de justicia a las entidades financieras que los vendieron dado que su comercialización fue "irregular" o incluso "fraudulenta" en algunos casos.

La organización vasca recuerda que ha elaborado el informe tras hablar con "casi todas las partes implicadas", (con algunas entidades financieras no se pudo porque rechazaron tratar con EKA este asunto), tras recibir consultas y quejas de consumidores, personas que habían invertido dinero en un producto denominado aportaciones financieras subordinadas emitido por las cooperativas del Grupo Mondragon, Eroski y Fagor, y comercializadas por media docena de bancos.

Según la organización presidida por Koldo Nabaskues, la mayoría de los consumidores que se pusieron en contacto con EKA a finales de 2012, lo hicieron con quejas por haber sido mal informados o engañados, siempre según los afectados, por sus bancos y cajas tras "descubrir" que las aportaciones carecen de fecha de vencimiento y que no son inversiones a plazo fijo. Ello supone, según recuerda EKA-OCUV, que no establecen fecha alguna para la recuperación del capital nominal invertido.

Según destaca la organización vasca de consumidores, el texto de los contratos es "largo, farragoso y de difícil comprensión" para personas no expertas en cuestiones financieras, pero "explica todos los detalles y características de la inversión, incluso el hecho de que se trata de una especie de deuda perpetua ya que "no hay fecha de vencimiento para la devolución del capital inicial".

Aunque hay un grupo de inversores en las aportaciones de Eroski y Fagor que "sabían perfectamente lo que estaban contratando", la mayoría de los compradores, según EKA, son pequeños ahorradores que las adquirieron aconsejados por las entidades financieras, "en las que confiaban" y "en la creencia de que estaban contratando una especie de inversión a plazo fijo, con fecha de vencimiento, de recuperación del capital inicial".

Para la organización de consumidores vasca, "parece claro" que las entidades financieras que comercializaron las aportaciones "incumplieron" en muchos casos la obligación legal de ofrecer al comprador una información veraz, completa y comprensible sobre el producto y sus riesgos. Máxime si se analiza, recuerda EKA-OCUV, un anuncio de 2002 que afirma, de forma literal, que "las aportaciones financieras subordinadas de Eroski te aseguran hasta su vencimiento una rentabilidad atractiva para tus ahorros", frase esta, según la OCUV; que hace pensar que efectivamente hay una fecha de vencimiento, "cuando no es así".

Soluciones Como solución, EKA-OCUV ha propuesto a Eroski y Fagor que, dentro de los límites establecidos por las leyes financieras, traten de reconvertir las aportaciones en productos "amortizables a un plazo no excesivamente largo, aunque fuera a costa de reducir los intereses".

La organización de consumidores aboga por que se ofrezca este trato a todos los titulares de las aportaciones, "con las especificidades que fueran necesarias en cada caso".

En el caso de que las cooperativas no ofrezcan alternativas "satisfactorias" para los titulares de las aportaciones, la organización vasca de consumidores ha abogado por acudir a los tribunales de justicia y presentar una demanda contra las entidades financieras que las vendieron.