BILBAO. En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, Larreina, cuyo grupo ha solicitado junto con la Izquierda Plural y el PNV, la comparecencia de los ministros Soria, Montoro y De Guindos para que den explicaciones sobre la decisión del 'tax lease', ha considerado que este asunto "hay que abordarlo con una idea muy clara, la de que tenemos que reforzar ese sector industrial que es competitivo".
Según ha remarcado, "el problema no ha sido el falsear la competencia dentro de la Unión Europea, sino hacer frente a una competencia desleal que se está haciendo desde astilleros del Extremo Oriente, muchas veces también con la connivencia de inversores o empresas de la Unión Europea, que juegan a una doble carta".
"Lo que se está haciendo era defender a un sector importante, en muchas zonas de la Ría de Bilbao, como la Margen Izquierda y Sestao, que, además, es uno de los municipios con una de las tasas más importantes que depende de La Naval, tanto en sus puestos directos como indirectos de las empresas que realizan trabajos para los astilleros, y al final, son miles de puestos de trabajo", ha dicho.
El diputado de Amaiur ha insistido en que, "lo que se está haciendo es asegurando que esos astilleros puedan competir en igualdad de condiciones con otros astilleros de otras partes del mundo, que están siendo subvencionados y están practicando un dumping importante".
Para Larreina, es necesario buscar una solución a la devolución de las ayudas "en dos ámbitos". Por una parte, cree preciso conseguir que las empresas "no tengan una merma de su capacidad de actuación porque tengan que devolver unas ayudas, más que los astilleros los inversores, aunque son elementos que están muy unidos, porque si no hay inversores no hay posibilidad de construir nuevos buques". Al mismo, tiempo, ha subrayado la necesidad de que la situación "se clarifique cuanto antes".
Tras afirmar que en el asunto del 'tax lease' las "culpas pueden ir repartidas y en todos los ámbitos hay responsabilidad", ha afirmado que "la mayor responsabilidad es de burócratas y tecnócratas de las instituciones europeas que no están sometidos a ningún control democrático y que, muchas veces, imponen una serie de criterios en base a ideas e inercias meramente burocráticas, sin tener en cuenta las consecuencias de sus decisiones en el ámbito económico, y, sobre todo, de las personas".
En ese sentido, ha dicho que "tenemos una troika que no está elegida por nadie, que no rinde cuentas ante nadie, que no tiene un control y que decide por todos".
A su entender, "el problema de la Unión Europea es que tenemos un Parlamento que realmente no es un parlamento, un Banco Central Europeo que realmente es un banco centroeuropeo, y una comisión que realmente no es un gobierno".
"Sobre todo ese estadio planea ese déficit democrático, es decir, que al final no hay un control por parte de la UE de esas instituciones y eso origina que se produzcan actitudes y decisiones burocráticas y tecnocráticas que dan la espalda a la realidad social y económica de la UE", ha concluido.