vitoria. Moody's dio ayer un espaldarazo a la gestión de Kutxabank, el banco creado por BBK, Kutxa y Vital. En pleno castigo a la banca española, lastrada por el rescate financiero de 2012 y las dudas generales sobre la economía estatal, la agencia de calificación comunicó ayer que conserva su calificación sobre la entidad vasca y ha decidido mantener estable el rating de Kutxabank tanto en el largo plazo -en Ba1- como en el corto, con una nota de NP.
La agencia tomó la decisión de mantener las calificaciones que ya había otorgado en octubre al grupo vasco en base, fundamentalmente, a su "adecuada capacidad de absorción de riesgo", según explicó ayer.
Moody's estima que la calidad de los activos de la entidad que dirige Mario Fernández, así como su tasa de morosidad y su capacidad de generación de ingresos son "mejores que el promedio" del sistema bancario español. Además, en un entorno generalizado de rebaja de las calificaciones, la firma concluye que los indicadores generales sobre la calidad de los activos del banco vasco se sitúan por encima del "promedio del sistema bancario español". Y todo a pesar de la "debilidad" del mercado financiero y de los bajos tipos de interés.
Es la marca España la que una vez más vuelve a lastrar a Kutxabank. Todo lo que huele a español automáticamente obtiene una baja calificación, aunque solo sea por las dudas que el Estado aún sigue generando en los mercados internacionales.
Por eso, pese a que Moody's justifica el mantenimiento de las calificaciones crediticias de Kutxabank en la capacidad del banco para "generar ingresos propios" y para "fortalecer su capital", y en la estabilización de su índice de mora en los dos últimos años, "en contraste con la significativa tendencia de deterioro de la morosidad de la banca española", lo cierto es que su nota podría ser mejorable. A largo plazo, una calificación de Ba1 roza el denominado bono basura.
En ese sentido, la agencia estadounidense ha rebajado el rating del Banco Popular -de Ba1 a Ba3- y ha amenazado con degradar la del Banco Sabadell, cuya nota ha puesto en revisión negativa. Moody's también recortó recientemente las calificiones de las antiguas cajas de ahorros Liberbank y Unicaja.
Es más, los nubarrones que siguen amenazando el horizonte bancario estatal, provocan que la agencia de rating haya decidido además mantener la perspectiva "negativa" a ambas calificaciones -a largo y corto plazo- de Kutxabank voloradas ahora.
La perspectiva es "negativa", según explica Moody's, debido a una economía española todavía en recesión, a las "bajas expectativas de crecimiento global" a corto plazo, a la crisis inmobiliaria en curso, al elevado índice de desempleo, "el más alto de la zona euro", y a la "crisis bancaria". Según la agencia de calificación, estas condiciones podrían conducir a "un mayor deterioro de activos de calidad en el sistema bancario" y a incrementar "la ya frágil confianza de los mercados de capital".
Pero pese a todo, Kutxabank se sitúa entre las entidades con mayores fortalezas del sistema financiero estatal. En ese sentido, la agencia destaca entre otras cosas el "saneamiento" que realizó el grupo vasco ya en el año 2011 en el momento que BBK adquirió definitivamente a Cajasur.
La agencia también tiene en cuenta los "considerables esfuerzos de aprovisionamiento" que efectuó vía decretos en 2012, mientras mantenía "una base flexible de capital". En este punto, Moody's destaca en su informe que Kutxabank "ha completado con éxito los objetivos operativos y tecnológicos del plan de integración" de las antiguas cajas de ahorros vascas.