vitoria. El crecimiento económico no está reñido con el medio ambiente, pero la apuesta por avanzar hacia un modelo industrial más ecológico ha quedado en muchos casos en un segundo plano de las administraciones. No ha sido así en el caso de la CAV, que participa junto a Francia, Suecia, Italia, y Rumania en un Susteen, un proyecto auspiciado por la Comisión Europea de cara a mejorar los rendimientos energéticos de las empresas.
El objetivo del Gobierno Vasco es impulsar "un nuevo modelo de pyme más eficiente en su consumo de energía y de materias primas, convertir los desafíos medioambientales en oportunidades para las pymes". En ese empeño suman fuerzas el Departamento de Desarrollo Económico y Competitividad y el de Medio Ambiente y Política Territorial. El proyecto será co-liderado por SPRI, con el apoyo del Ente Vasco de la Energía e Ihobe, la Sociedad Pública de gestión ambiental, y pretende "compartir con los otros países europeos integrados en el proyecto, las mejores experiencias y prácticas en herramientas y servicios de apoyo dirigidos a mejorar la ecoeficiencia de las pymes e incrementar su competitividad", explican a DNA fuentes de SPRI.
Factores como el cambio climático, la escasez energética y la ecoeficiencia en el uso de materias primas, tanto en la eficiencia de su proceso como en la minimización de sus residuos, son "desafíos clave" para las pymes en la búsqueda de un nuevo modelo empresarial para Europa, más sostenible en su modelo de producción y de negocio.
Son elementos que no entran habitualmente en la ecuación de mejora de la competitividad de las empresas, pero la demanda de productos y servicios respetuosos con el medio ambiente abre un camino real a nuevas oportunidades empresariales por el ahorro energético que implican y también porque impulsan la I+D.
Según los datos de SPRI, solo el 29% de las pymes han introducido alguna medida de mejora para reducir sus costes energéticos o de materias primas, frente a un 46%
de las grandes empresas. Solo el 4% de las pymes de la UE disponen de un sistema completo de eficiencia energética frente al 19% de las grandes empresas.
Una mayor eficiencia en la utilización de las materias primas -que suponen más del 45% de los costes de las pymes- permite unos ahorros energéticos potenciales de entre el 5 y el 10% en la mayoría de los sectores, pudiendo llegar a un 20% en empresas y sectores concretos.
En esta línea, el Gobierno Vasco recuerda que las pymes, "son particularmente vulnerables a la tendencia actual del aumento de precios de la energía y de las materias primas, y deben evolucionar hacia una mayor eficiencia y capacidad para adaptarse a los nuevos desafíos que plantea un mundo globalizado, para convertirlos en oportunidades".
Precisamente por ello, el proyecto Susteen se encuentra en una fase piloto que centra su experiencia en las pymes más pequeñas, pertenecientes a los sectores de transformación del metal, químico y alimentación. Entre ellas, se han realizado diferentes jornadas de sensibilización y se les ha invitado a elaborar un autodiagnóstico energético-ambiental.
La pyme es conducida a una experiencia práctica en la que el proceso de diagnóstico le permite identificar su situación real. A partir de ahí podrá trazar un plan de acción, con el apoyo externo de un consultor especializado que corrija las deficiencias detectadas. Esta experiencia se integra también en el Programa de Ecoeficiencia 2014 del Gobierno Vasco.
Se está apostando por una tipología de empresas muy concreta, pymes pequeñas de entre 10 y 50 trabajadores, precisamente porque se sitúan en la media del tamaño de las pymes de Euskadi, lo que permitirá un diseño del programa ajustado a la realidad productiva vasca.
La fase de difusión del proyecto piloto ha conseguido captar hasta la fecha el interés de 102 empresas, de las 150 previstas. De ellas, 22 han comenzado a recibir la asistencia técnica necesaria y siete han realizado ya con éxito su autodiagnóstico, poniendo de manifiesto una gran aceptación. A la conclusión de la fase de autodiagnósticos, y tras realizarse una entrevista con las empresas participantes, serán seleccionadas 30 empresas a las que tanto el EVE, como Ihobe, les facilitarán el asesoramiento y acompañamiento adecuado para la realización de una auditoria que mida su eficiencia energética y medioambiental por parte de dos empresas de consultoría especializadas, seleccionadas previamente.
Una vez finalizadas ambas auditorias, EVE e Ihobe, serán los responsables de realizar su evaluación técnica y facilitar a SPRI la elaboración de un estudio que refleje las conclusiones técnicas de las mediciones realizadas.
La experiencia permitirá medir la actuación y corregir las deficiencias detectadas, tanto en el proceso, como en la metodología empleada, con el propósito de trasladar el proyecto a otros sectores, empresas más pequeñas, y nuevos programas de actuación en el tejido empresarial. El desarrollo de esta nueva sistemática permitirá, a su vez, el sustituir la subvención directa a las empresas en este tipo de actuaciones por una nueva idea de servicio y apoyo a la pyme en la consecución de una mayor competitividad.
El asesoramiento profesional e individualizado es básico a la hora de definir el nuevo modelo de negocio más eficiente y no todas las compañías tienen acceso a consultores.