Vitoria. "Hoy la democracia se expresa en la calle más que en los parlamentos". Contundente, Adolfo Txiki Muñoz se dirigía en estos términos, a apenas cien metros del Parlamento Vasco, a las miles de personas que se sumaron en Gasteiz a la manifestación principal de la jornada de huelga general convocada en Hego Euskal Herria por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE, HIRU, CNT y CGT. Un paro calificado de "político" poco antes, precisamente en la Cámara vasca, por el consejero de Empleo y Políticas Sociales, Juan María Aburto. Los sindicatos, lejos de desmentirle, reivindicaron precisamente la bandera de la política: "Éste es el verdadero Parlamento de Euskal Herria", sentenció la secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, dirigiéndose a los presentes en la plaza de la Virgen Blanca.
Y es que la huelga general de ayer ofreció dos lecturas. Por un lado, la lógica sobre su incidencia, que fue desigual -mayor en Gipuzkoa y en la industria y educación- y que, a tenor de los datos ofrecidos por el Gobierno Vasco, tuvo un menor seguimiento que el paro celebrado el pasado septiembre -si la incidencia en la administración vasca hace ocho meses fue del 29,8%, ayer se cifró en el 22,31%-. Por otro, la de la imagen que buscaron los convocantes, la del divorcio entre políticos y ciudadanía, la de ese Parlamento Vasco que ayer celebró con normalidad el Pleno -con la ausencia de los 21 aforados de EH Bildu que se sumaron a la manifestación- mientras los sindicatos movilizaban a los trabajadores en sus aledaños.
Baile de cifras, menos incidentes El balance de la jornada, como es habitual, fue divergente según la fuente, aunque en líneas generales la huelga se dejó notar fundamentalmente en Gipuzkoa -según datos de Lakua, el paro alcanzó al 43% del sector privado, frente al 11,5% de Araba y el 10,8% de Bizkaia- y en la industria, donde según los convocantes el paro fue "total" en el 41% de las empresas con más de 50 trabajadores. No obstante, Confebask -que habló ayer de "un nuevo fracaso- rebajó al 38% el alcance de la huelga en la industria guipuzcoana, donde las comarcas que mejor respondieron fueron Goierri y Urola. La Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), por su parte, situó en el 82% las empresas del sector que trabajaron con normalidad en Bizkaia, frente a los sindicatos que destacaron "el paro generalizado" en comarcas como Busturialdea o el Duranguesado. En Araba, las dos grandes fábricas del territorio -Michelin y Mercedes- trabajaron con relativa normalidad y fueron las plantas de la zona de Ayala y la Llanada donde se registró un seguimiento mayor.
En el sector público, los sindicatos consideraron "generalizado" el seguimiento, con especial incidencia en la enseñanza y la administración local y foral, sobre todo en Gipuzkoa -donde la Diputación se había adherido a la convocatoria-, y menor en Osakidetza, lo que achacaron a los elevados servicios mínimos. El Departamento vasco de Educación cifró en el 35,5% el seguimiento en la educación pública no universitaria, mientras que los sindicatos afirmaron que un 70% de los centros no universitarios se sumaron al paro.
La misma incidencia desigual se vivió en Nafarroa, más concentrada en la zona de Sakana, Bortziria y las zonas industriales de la Cuenca de Pamplona.
Por lo demás, la jornada transcurrió con relativa normalidad, con menos incidentes que en anteriores convocatorias, aunque a lo largo de la mañana cinco personas que participaban en piquetes fueron imputadas por insultos y desobediencia -también se produjeron numerosas identificaciones- y otra persona fue detenida por la tarde en Donostia. Además se produjeron ataques a sucursales bancarias en Gipuzkoa -la luna de una oficina de Laboral Kutxa en la calle Dato fue reventada al paso de la manifestación central en Gasteiz-, el corte de una catenaria de Metro Bilbao, el sabotaje de varias líneas de Euskotren y FEVE en Bizkaia o el incendio del remolque de un camión en la capital alavesa. En Nafarroa la jornada fue más accidentada, con trece detenciones y cargas policiales en Pamplona.
Discursos, al parlamento El plato fuerte de la jornada se trasladó ayer de Bilbao -sede habitual las grandes manifestaciones en estos casos- a Gasteiz para interpelar a ese Parlamento Vasco donde el consejero Aburto declaraba que "lo triste de una situación como ésta es que, ante una huelga de marcado carácter político, convocada fundamentalmente desde la izquierda abertzale, al día siguiente todo va a seguir igual, mañana, ¿qué va a cambiar en la vida de los trabajadores de este país? ¿Qué convenio va a estar desbloqueado?".
Envite del consejero que, aunque los organizadores decidieron finalmente variar el recorrido de la marcha y evitaron pasar ante el Legislativo, los líderes sindicales recogieron en sus discursos, en un momento además especialmente significativo: con las duras recomendaciones de Bruselas tras la flexibilización del límite de déficit recién horneadas y a poco más de un mes de que venza -el 7 de julio- la ultraactividad de los convenios.
Y es que la mayoría sindical vasca pareció ayer sentirse en la necesidad de defender el valor de la huelga general como herramienta -la de ayer fue la octava convocatoria de este tipo desde 2007- e incluso de reivindicarse como actor político. "No falla la movilización sindical, falla la política que se niega a engancharse a los problemas de la sociedad", advirtió Muñoz para acabar dirigiéndose más al Parlamento que a los asistentes a la marcha: "Nos dicen que no hay alternativa, pero renunciar a la alternativa supondría aceptar que la política se limite a una pugna por espacios electorales sin efecto práctico alguno. Si no hay alternativa ¿para qué están los parlamentos?".
Mensaje también de la secretaria general de LAB a los inquilinos del Parlamento Vasco, a los que advirtió de que es hora del "acuerdo más importante, el de la no aplicación de las reformas, el acuerdo de no obedecer al Gobierno de Madrid y plantarse ante las exigencias de la élite económica vasca". "Los acuerdos para destruir derechos laborales y sociales no son acuerdos, son pactos para contentar a la patronal", sentenció. Unas 20.000 personas, según los organizadores, tomaron parte en la manifestación central de la capital alavesa, bajo el lema Eskubide sozial eta laboral duinak, por un modelo propio en Euskal Herria, marcha a la que sumaron la plataforma de parados, pensionistas y trabajadores locales en conflicto como los pertenecientes a las ludotecas municipales.
l Los datos del Gobierno Vasco. A media mañana de ayer situaban la incidencia en el sector privado en el 18,7% y en el ámbito del Gobierno Vasco y sus organismos, en el 22,31% de los trabajadores, frente al 29,8% del pasado 26 de septiembre de 2012.
l Los datos de Confebask. La incidencia general en Gipuzkoa no sobrepasaría el 30%, mientras que en Bizkaia y Araba no superaría el 10%.
l Los datos de los sindicatos en industria. El nivel de paro total o superior al 30% supone el 59,88% del total. Según estos datos, el paro total -superior al 70%- alcanza a 211 empresas, lo que supone un 40,89% del total.
l Diputaciones. En la Diputación alavesa, el seguimiento fue del 15,2%; en la de Bizkaia del 14,4%. La de Gipuzkoa facilitará datos hoy.