Barcelona. El Gobierno español dejó claro ayer a Artur Mas que Catalunya no podrá endeudarse más que el año pasado como pretende el presidente de la Generalitat. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, instó ayer al Govern catalán a dejar el déficit de 2013 "claramente por debajo del 2%" y dejó entrever una horquilla de entre el 1,5 y el 1,8%, en todo caso por encima de la media del 1,2% prevista para el conjunto de las autonomías del Estado.
"El punto de partida es bajar del 2% claramente. Si no, se estaría haciendo un flaco favor a la economía", dijo Montoro en declaraciones recogidas por Efe tras participar en Barcelona en una reunión de la Junta Directiva del PPC. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, reclama un tope de déficit del 2,1%, una posibilidad a la que cerró paso ayer con rotundidad el ministro de Hacienda, quien advirtió de que cualquier objetivo por encima del 2% -el déficit catalán de 2012 fue del 1,96%- "entorpecería" el camino que tiene que seguir Catalunya para volver a tener acceso a los mercados financieros.
"Tenemos que ganar credibilidad, sobre todo las administraciones como la Generalitat que no tienen acceso directo a los mercados. Si tuviera un objetivo mayor que en 2012 estaríamos retrocediendo", subrayó Montoro.
El ministro lamentó que en Catalunya se hayan creado "expectativas demasiado altas" en relación a la flexibilización del déficit que con toda probabilidad otorgará Bruselas a España el próximo día 29, y que repercutirá en las administraciones autonómicas, aunque aún no se sabe de qué manera se repartirá el margen entre ellas.
El Gobierno de Rajoy aboga por conceder a las comunidades una relajación conjunta de medio punto, desde el 0,7% previsto hasta el 1,2%, pero ha confirmado que el reparto será desigual. Por tanto, no todos los gobiernos autonómicos podrán endeudarse este año hasta el 1,2%. El ministro de Economía, Luis De Guindos, apuesta por conceder más margen a las autonomías que cumplieron con sus objetivos el año pasado, caso de la CAV, aunque el Ejecutivo español no ha dejado del todo claro que vaya a ser así.
Sin ir más lejos, Montoro dijo ayer que apuesta por conceder un tope de déficit a Catalunya de entre el 1,5 y el 1,8% este año, que es menos que el límite del año pasado pero que permitiría al Govern de Mas salir beneficiado del reparto, ya que su margen quedaría muy por encima del 1,2% del conjunto de los territorios. Precisamente, Catalunya es una de las autonomías que no fueron capaces de cerrar el año pasado por debajo del 1,5% de endeudamiento pautado por Bruselas, pero a pesar de ello contará con un margen mayor a la media en el presente ejercicio.
En cualquier caso, a día de hoy el objetivo previsto para 2013 es del 1,2% para las comunidades autónomas a la espera de que el Gobierno de Rajoy tome una decisión definitiva sobre la modulación de esta cifra para cada una de las autonomías, algo que previsiblemente hará en junio. Contando con que a la CAV le corresponda un incremento del déficit medio, es decir, que pueda pasar del 0,7% al 1,2%, el Ejecutivo de Urkullu podría elevar el techo de gasto en unos 330 millones teniendo en cuenta que cada décima extra equivale a algo más de 60 millones.
Ayer Montoro no quiso dar pistas sobre el reparto, pero sí avanzó que Catalunya no verá satisfechas sus demandas. Preguntado por las declaraciones de Artur Mas en las que pedía "coraje político" al Gobierno de Madrid y que eleve al 2,1% su margen de este año, Montoro zanjó que "el único arrojo político que hay que tener es el de acabar con la crisis". Y volvió a insistir en que reducir el déficit y sanear las cuentas públicas "cuanto antes" debe ser la prioridad de las comunidades.
Además, el ministro anunció que el Gobierno español tomará medidas para que a finales de este año todas las administraciones públicas españolas paguen a sus proveedores en un plazo no superior a 30 días.