DONOSTIA. El desgaste de la crisis ha pasado factura al sector de máquina-herramienta y el presidente la patronal no se guardó adjetivos para referirse a la compleja situación que atraviesan las empresas de una actividad ligada como pocas a la salud del conjunto del tejido productivo. "España empieza a parecerse a un desierto industrial", aseguró José Ignacio Torrecilla, marcando como única excepción dentro del Estado la situación de Euskadi, la comunidad con mayor volumen de empresas de maquinaria.

El dato que mejor define el colapso que sufre el mercado estatal es la dirección de los flujos de facturación del sector. No solo se vende más en los mercados exteriores que en el doméstico, sino que mientras se baten récords de pedidos fuera, dentro del Estado se registran mínimos históricos.

La asociación que aglutina todas las compañías del sector logró en 2012 batir su mayor nivel de exportaciones con 1.088,13 millones de euros, mientras que las ventas en el mercado interior fueron las más bajas de su historia, apenas 239,53 millones, en torno a un 20% de las operaciones totales.

El desequilibrio es tan notable que, a pesar del desplome en el Estado, la facturación repuntó en 2012 un 7% respecto al ejercicio precedente, una cifra más que notable en el actual contexto económico. Con todo, Torrecilla expresó la "preocupación" del sector español por la "debacle del mercado interno", donde no percibe una "política industrial decidida".

El responsable de AFM añadió que el consumo de tecnologías de fabricación "lleva años estancado en un 60% por debajo de lo habitual" lo que supone, a su juicio, "un disparate". Y no se atisban elementos que alimenten el optimismo en el horizonte.

"La realidad es que la industria está desapareciendo del país y quizás, con la excepción de Euskadi, España en este momento empieza a parecerse a un desierto industrial", denunció. Según opinión, en una situación de falta de recursos económicos las instituciones deben "seleccionar bien" el destino de los mismos y apostar por el sector que "dinamice al resto".

Preguntado por la política que demanda al Gobierno vasco, Torrecilla reclamó que el reparto de recursos y el "café para todos" de los presupuestos se realice sobre la base de "dinamizar" la industria.