bruselas. Aunque todo apunta a que la relajación del límite de déficit público será una realidad el próximo 29 de mayo si los gobiernos que piden oxígeno son ambiciosos en sus reformas, la presión de Bruselas sobre España no cesa. Apenas unas horas antes de que el presidente de su Gobierno, Mariano Rajoy, presente el nuevo plan nacional de reformas y su programa de estabilidad, el comisario Olli Rehn dejó claro qué miran con lupa lo que hace Madrid y que esperan encontrarse hoy "medidas concretas y amplias" para resolver los "excesivos desequilibrios" que acechan a la economía española.

Un mensaje que cobra todavía mayor urgencia dado el dramático dato del paro publicado ayer y que no hace sino confirmar el gran fracaso que ha supuesto hasta ahora la reforma laboral. "Soy plenamente consciente del inaceptable nivel de paro en España", respondió Rehn a preguntas del eurodiputado de CiU, Ramón Tremosa, el único representante del Estado español que sacó ayer el tema en la comisión de asuntos económicos de la Eurocámara. Según el político finlandés, "la elevada deuda doméstica y exterior siguen siendo un riesgo para el crecimiento, el empleo y la estabilidad fiscal" y aunque "ha habido mejoras en la competitividad y ajustes, los retos siguen siendo formidables".

Y el más evidente de todos es el paro. Rehn espera de Rajoy nuevas medidas para combatirlo y entiende que tienen que ir encaminadas hacia "políticas activas de empleo" y la puesta en marcha de la garantía juvenil, un esquema para promover la contratación de los más jóvenes y para el que la UE destinará a España unos 1.000 millones de euros en 2014 y 2020. En todo caso, no es el único problema a atajar, la falta de crédito, la recapitalización bancaria o la elevada deuda son cuestiones que hay que resolver. Bruselas espera respuestas y no a través de subidas de impuestos, como en el pasado, porque según recordó el comisario pueden tener un efecto perverso en el crecimiento, sino a través de reformas estructurales. "Lamentablemente en muchos Estados la consolidación se ha apoyado demasiado en subidas de impuestos más que en recortes de gasto".

Es decir, reformas como la de las pensiones que desde la capital comunitaria llevan meses exigiendo para adaptar la edad de retirada del mercado laboral a la esperanza de vida. Un informe sobre el factor de sostenibilidad remitido por el ministerio de Empleo y Seguridad social al Pacto de Toledo contempla ya la posibilidad de retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años a partir del año 2027. Aunque de momento solo está en estudio y la ministra, Fátima Báñez, ha asegurado que no habrá propuestas en este terreno en el nuevo plan del Gobierno, lo cierto es que en la Comisión Europea tienen claro que es necesaria una nueva vuelta de tuerca a las pensiones, lo mismo que la liberalización de determinadas profesiones.

Las autoridades españolas y europeas llevan meses trabajando de forma conjunta para que el plan que presente este mediodía Rajoy sea suficientemente ambicioso y no se encuentre con obstáculos el próximo 29 de mayo. Olli Rehn recordó ayer que si hay ambición y se confirma un empeoramiento de la situación económica -presentará previsiones de primavera el 3 de mayo- será posible ampliar los plazos para rebajar los déficits públicos.

Olli Rehn, ayer. Foto: efe