adrián legasa
vitoria. España supera los seis millones de parados por primera vez en la historia. El desempleo ha vuelto a subir a pesar de que en el inicio de 2013 había elementos coyunturales como para que la EPA arrojase un registro positivo. El descenso de la población que busca trabajo, en parte debido a la salida de inmigrantes y jóvenes ante la falta de oportunidades, y la ubicación de la Semana Santa en el calendario alentaban un descenso del desempleo en el primer trimestre. Ni por ésas. La economía española está en lo más hondo del agujero y además clavada en punto muerto por las recetas de austeridad de Mariano Rajoy, de las que hoy se espera una nueva ración.
Entre enero y marzo se sumaron al desempleo 237.000 personas, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE. El aumento es del 1,7%, inferior al primer trimestre del año pasado y similar al de 2011. La caída de la población activa ha amortiguado el aumento de los parados, hasta el punto de que el dato se acerca al de los años más amables de la crisis, lo que no es consuelo para un mercado laboral que lleva muchos meses en la UVI. Dejando de lado el efecto paliativo sobre las estadísticas de la caída de la población dispuesta a trabajar, la ocupación, es decir, las personas que todavía trabajan, se reducen en 322.000 hasta 16,6 millones, el nivel mínimo en más de diez años.
Y aquí si que los datos descubren que la economía española está lejos de salir del bache. La destrucción de empleo en el primer trimestre es similar a la registrada en el mismo periodo del año pasado, y casi el doble que en 2010 y 2011. Por tanto, si no fuera por la marcha a otros países de algunas personas sin trabajo, el paro seguiría subiendo este año al mismo ritmo que en 2012. Medida en términos de empleos netos, la salud del mercado laboral español continúa cayendo en picado. El primer trimestre del año suele saldarse por lo general con malos datos de empleo, sobre todo por la menor actividad en sectores como la agricultura, pero en esta ocasión la ubicación de la Semana Santa en el calendario hacía prever una cierta mejoría aunque fuera temporal. Sin embargo, los ajustes en el sector público, que llevaron a una reducción de más de 70.000 funcionarios en tres meses, han segado cualquier posibilidad de que el turismo abanderase una recuperación.
El año 2012 cerró a escasos miles de la barrera de los seis millones de parados, y el inicio de 2013 la rompe con creces hasta la insólita cifra de 6.202.700 parados, según el INE -las oficinas de empleo dan una cifra ligeramente por encima de los cinco millones-. La tasa de paro supera el 27% tras incrementarse en más de un punto, la más elevada de la Unión Europea junto con la de Grecia.
La EPA del primer trimestre arroja datos especialmente negativos en los servicios y en la agricultura. De los 6,2 millones de parados, casi dos millones pertenecían al sector servicios, que perdió 170.500 puestos de trabajo en tres meses. La industria destruyó 66.800 empleos, la construcción 24.200 y la agricultura más de 60.000. La pérdida fue general, también entre los autónomos. Según ATA, este colectivo ha perdido ocupados sobre todo entre los que tenían asalariados a su cargo.
De esta forma, sigue subiendo el número de familias con todos sus miembros en paro, y ya son casi dos millones. Hogares en los que los ingresos dependen del subsidio de desempleo en el mejor de los casos, aunque la duración de la crisis hace que cada vez más parados vean agotada su prestación y tengan que recurrir a otro tipo de ayudas.
El enésimo varapalo de la EPA llevó al Ejecutivo de Rajoy a reconocer que los datos del INE son "dramáticos", aunque evitó la autocrítica. A pesar de la cifra histórica de desempleo, el PP seguirá apostando por las políticas defendidas hasta ahora como la reforma laboral puesta en marcha en febrero de 2012. Desde entonces se han perdido 800.000 puestos de trabajo y, desde el comienzo de la crisis, se han acumulado casi cuatro millones y medio de parados.
Los ajustes en el sector público también tienen mucho que ver con el incremento del paro, no solo por el despido de funcionarios sino también porque la moderación salarial que se les impone reduce el consumo y la actividad en otros sectores. Aún así, Bruselas sigue pidiendo a Rajoy un despido más barato y seguir adelgazando la administración. Hoy se espera que el Ejecutivo dé a conocer un nuevo plan de reformas, entre las que según Rajoy no habrá subidas de impuestos aunque sí se esperan reducciones de gasto público.
La economía española ha acumulado cuatro millones y medio de parados desde que comenzó la crisis
El sector público perdió más de 70.000 empleos entre enero y marzo, y hoy se esperan nuevos recortes del gasto