De Guindos, junto a los ministros de Finanzas de Francia y Grecia, en un receso de las reuniones en Dublin. Foto: EFE
España vuelve de vacío de Dublín pero confía en que la UE afloje con el déficit
De Guindos reconoce que "no hay garantías" de una relajación de los objetivos
DUBLIN. Nada seguro sobre la mesa, pero grandes expectativas en los cajones. El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó ayer que no tiene ninguna garantía por parte de la Comisión Europea con respecto a la eventual flexibilización del calendario para corregir el déficit. Sin embargo, aseguró que se "va generando un consenso" para relajar las exigencias, una petición que España da por seguro que será atendidad y que Bruselas liga al nuevo programa de ajustes que debe presentar el Gobierno de Rajoy a finales de este mes.
"No, yo no tengo ahora ninguna garantía. Lo que sí tengo lógicamente es un diálogo con la CE en relación con lo que es tanto el programa de reformas como el de estabilidad y esos contactos se producen a nivel técnico, a nivel más político y se va generando un consenso", señaló De Guindos en la rueda de prensa posterior al consejo informal de ministros de Economía de la Unión Europea, Ecofin, en Dublín. La cita se celebró en la capital de un país rescatado que logró una moratoria en el reintegro de las ayudas que recibió. España volvió con las manos vacías pese a las expectativas que había generado en relación a los límites del déficit.
De Guindos fue preguntado por si dispone de garantías de que la CE efectivamente va a dar a España dos años más para corregir el déficit excesivo y si por ende incluirá en el programa de estabilidad las nuevas previsiones.
"No tengo la más mínima duda de que tanto en el programa de estabilidad que apruebe el Gobierno el día 26, como en el programa de reformas que también aprobará ese día, estaremos absolutamente alineados todas las instituciones, incluido el Gobierno español, para que esto no tenga ningún problema", afirmó el ministro.
El Gobierno espera cerrar con Bruselas una flexibilización del objetivo de déficit público para 2013 que podría situarse alrededor del 5,5 % o 6 % del PIB, un punto o un punto y medio de margen respecto a lo estipulado hasta ahora. Este escenario se podría hacer visible en el programa de estabilidad 2013-2016, que será remitido a finales de abril a la Comisión.
prolongar los límites Además, el Gobierno maneja la posibilidad de que se prolongue hasta 2015 la obligación de alcanzar un objetivo máximo de déficit del 3% del PIB. Lograría de ese modo que Bruselas aflojara la presión y ganaría margen de maniobra en la gestión, lo que se trasladaría inmediatamente a todas las administraciones del Estado.
En caso de que la Comisión Europea confirme que acepta la flexibilización, la intención del Gobierno es repartir el margen con las comunidades autónomas, que este año en principio deberían cerrar en el 0,7% del PIB.
De Guindos también dijo que en Dublín "no se ha tratado absolutamente nada" de España, ni en relación con el programa de estabilidad ni con el de reformas, "dos instrumentos que son el núcleo central y la espina dorsal de la política económica del país".
Como resultado más tangible de la cumbre, los ministros de Economía de la UE apoyaron avanzar más rápido en el refuerzo de la normativa europea para luchar contra el fraude y la evasión fiscal, bloqueada desde hace años por la resistencia de Luxemburgo y Austria, y actuar con "más dureza" contra los paraísos fiscales.
El fraude y la evasión suponen un coste de 1 billón de euros al año a los Estados miembros, según los cálculos la Unión Europea, por lo que el eurocomisario de Fiscalidad, Algirdas Sementa, celebró el consenso.
El Ecofin acelera la unión de normativas contra el fraude fiscal para poner coto a la evasión de
un billón de euros al año