azpeitia. "¿Puede Gallardo tomar la decisión de cerrar Corrugados Azpeitia con todas sus consecuencias de manera gratuita? ¿Nuestras instituciones van a aceptar esta decisión? ¿Qué estamos dispuestos a hacer entre todos y todas?". La plantilla de Corrugados Azpeitia reclamó ayer de forma especial al Gobierno Vasco y la Diputación de Gipuzkoa, así como al pueblo de Azpeitia y el conjunto de la sociedad guipuzcoana y vasca, que vayan de la mano y elaboren una estrategia común para defender ante el grupo siderúrgico Alfonso Gallardo la decisión de cerrar definitivamente la fábrica que tiene en el barrio Landeta de Azpeitia, donde se produce barra corrugada para la construcción.
Los más de 300 trabajadores que actualmente tiene en plantilla la antigua Marcial Ucín se verán afectados en breve por un ERE de extinción de sus contratos que busca el cese total de la actividad. El grupo siderúrgico extremeño le comunicó esta decisión al comité de empresa el jueves y anunció que presentará la documentación pertinente en abril ante la delegación de Trabajo. Pero el daño causado en Azpeitia y la comarca de Urola Erdia va mucho más allá, porque el cierre de la planta siderúrgica provocará, además de los 305 despidos, la destrucción de más de 100 empleos indirectos de personas que trabajan en subcontratas.
La "apuesta" del grupo extremeño por la fábrica de Corrugados Getafe, donde se fabrica el mismo producto, apunta feo. Grupo Gallardo planteó hace unos meses en la fábrica madrileña un ERE de extinción para toda la plantilla y con ello finalmente consiguió reducir el número de trabajadores de forma notable y que estos aceptasen rebajas salariales importantes.
Cuando se anunció el cierre de Getafe, se abrió, paradójicamente, una puerta a la esperanza en Corrugados Azpeitia, que podría absorber el trabajo de la planta madrileña. La acería ubicada en el barrio Landeta cuenta con una capacidad para producir 900.000 toneladas de barra corrugada al año y actualmente solo tiene garantizada por el Grupo Gallardo una carga de 300.000 toneladas. De hecho, la Diputación de Gipuzkoa lleva tiempo realizando gestiones para aumentar la cantidad de trabajo.