bruselas. España ni avanza todo lo rápido que debería para reformar un sistema plagado de desequilibrios ni exprime al máximo las posibilidades que tiene para aumentar sus ingresos fiscales. El segundo informe elaborado por los inspectores de la troika europea, que visitaron Madrid a finales de enero para comprobar cómo están aplicando las condiciones impuestas a cambio del salvavidas a la banca, volvió a recordar al Gobierno de Mariano Rajoy que los avances son insuficientes. Según Bruselas y pese a la recesión, Madrid tiene margen para subir todavía más el IVA reducido, que aplica a algunos bienes y servicios, así como los impuestos de los carburantes. El Gobierno español dice tomar nota de las sugerencias y reitera que no habrá subidas en este 2013 pero elude pronunciarse sobre qué ocurrirá en 2014 y 2015.
Aunque el informe constata una mejoría en la eficacia del sistema impositivo, recuerda que España sigue siendo uno de los países de la UE con menores ingresos en materia de IVA y de impuestos ecológicos. Y es en este punto donde recuerda al Gobierno del PP que sigue teniendo margen para aumentar su capacidad de recaudación. Una advertencia que el ministro Luis de Guindos prefiere, por el momento, desoír. "España aprobó medidas que se empezaron a aplicar en septiembre. Hay una estructura del IVA en la que se han subido los tipos generales y también hubo una reclasificación de productos que el Gobierno considera suficiente", zanjó sobre los cambios introducidos el año pasado y que elevaron el tipo general del IVA al 21% y el tipo reducido del 8 al 10%.
La misma explicación sirve para los carburantes. "Es algo de lo que tomamos nota. Supongo que lo comparan con la situación media en Europa. Eso no quiere decir en absoluto que el Gobierno vaya a subir el impuesto de gasolinas", replicó. Es más, el ejecutivo "no se plantea absolutamente nada en 2013" aunque el programa de estabilidad español, que presentarán a finales de abril, incluirá para 2014 y 2015 "las medidas que se consideren oportunas" con vistas a hacer realidad el doble objetivo que dicen perseguir: cumplir con el déficit público y revertir las subidas de impuestos del año pasado. Una senda todavía por definir y que negocian con Bruselas. "Estoy convencido de que llegaremos a un acuerdo y que esa senda será razonable", insistió al ser preguntado sobre si habrá un año o dos más para cumplir con el déficit.
En su diagnóstico, la troika también advierte que el déficit de la seguridad social es superior al inicialmente previsto, que sigue sin retrasarse la edad efectiva de jubilación y que tampoco se ha incluido el factor de sostenibilidad en el sistema. Además, aunque se observa "cierta moderación salarial", la reforma laboral avanza lentamente, hay problemas de dualidad en el mercado laboral y la gravedad de la situación requiere una evaluación continua. El informe también aboga por una modernización del sistema público de empleo, más coordinación entre los servicios estatales y regionales y alerta de que el gasto en formación, integración y reorientación profesional sigue siendo muy bajo. La ley de estabilidad presupuestaria no es lo suficientemente ambiciosa mientras que los planes de crear una oficina presupuestaria independiente siguen sin avanzar, según Bruselas.