Vitoria. La crisis ha forzado a un total de 22.236 ciudadanos de la CAV y Nafarroa a hacer las maletas y buscar un trabajo fuera del Estado. A finales de 2007, estaban en esa situación casi 56.000 vascos, mientras que, según el último censo de residentes en el extranjero del INE, la cifra roza hoy las 78.200 personas. Los navarros y los alaveses han dado ese paso en mayor medida con incrementos cercanos al 45%, más de diez puntos por encima de la media estatal (34%) y también lejos del 37% de Bizkaia y Gipuzkoa. En el conjunto del estado más de 408.000 personas han tomado ese camino en los últimos cinco años.
No todos son trabajadores -entre esos datos también figuran sus hijos mayores de edad que pueden estar todavía en fase de estudios e incluso estudiantes en el extranjero-, pero todos esos desplazamientos están ligados al ámbito laboral. Y en la mayoría de los casos a la búsqueda personal de una salida a la crisis, ya sea a través del empleo o de la mejora de la formación.
El principal destino europeo de la emigración vasca es Francia, también es el país en el que más ha crecido la llegada de mano de obra desde 2008, pero la mayor colonia sigue siendo la argentina, con 16.130 vascos. Muy cerca de esa cifra, en Francia viven más de 12.500 ciudadanos de la CAV y Nafarroa, mientras que para el conjunto del Estado los residentes argentinos casi duplican a los franceses. En esa dinámica es clave la cercanía de Gipuzkoa con Francia. La histórica relación entre ambos lados de la muga ha recibido un impulso durante la crisis y más de 7.300 guipuzcoanos viven en suelo francés, siendo de hecho el mayor colectivo desplazado de un herrialde. Los vizcaínos en cambio apuestan principalmente por las economías emergentes de Latinoamérica. Un total de 12.251 emigrantes nacidos en Bizkaia viven en México, Argentina y Venezuela. Y algo más de 2.130 lo hacen en Estados Unidos, un país que ha pasado ya lo peor de la crisis y empieza a remontar. Como los vizcaínos, los alaveses y navarros escogen como principal destino Argentina.
Adecco ha realizado un análisis sobre el perfil de los nuevos emigrantes de esta crisis. Según sus datos, se trata de un joven de entre 25 y 35 años, altamente cualificado y sin cargas familiares. Sin embargo, la ETT resalta que esta tendencia está cambiando y que hay cada vez más casos de desempleados mayores de 45 años con familia que buscan empleo en el extranjero, sobre todo procedentes del sector de la construcción, así como recién licenciados que quieren dar sus primeros pasos fuera y los trabajadores de baja cualificación.