Vitoria. El mercado del automóvil en Europa ni repunta ni amaga con hacerlo en el corto plazo, lo que en términos económicos se traduce en una pésima noticia para empresas dependientes de este sector como Michelin. En vista del incierto escenario que se cierne sobre esta industria, la multinacional francesa ya ha comenzado a abonar el terreno en sus diferentes factorías españolas (Lasarte, Valladolid, Aranda de Duero y Vitoria) ante la más que previsible obligación de tener que imponer en los próximos meses medidas de choque para mantener el empleo. Esa es, al menos, la máxima acordada estos días entre la dirección y los representantes sindicales. Tres reuniones entre ambas partes han resultado suficientes para percartarse de la gravedad del problema y, de paso, reconocer en privado que a la compañía "le ha pillado el toro" en cuanto a capacidad de reacción ante un mercado cada vez más adverso.
Sea como fuere, a estas alturas ya nadie discute en Michelin la necesidad de llevar a cabo un ajuste de su capacidad productiva para controlar el excendente de neumáticos que la empresa había previsto para este año y el que viene en todas sus plantas, incluida la alavesa. Dicho de otro modo, existen a día de hoy más manos de las necesarias para fabricar los neumáticos que el mercado demanda a Michelin. La mayor parte de ellos pertenecen además al sector del turismo, por lo que serán precisamente los trabajadores de este taller los primeros en ver modificado su calendario laboral.
Así, según confirmó ayer a este diario el representante de UGT en el comité de empresa, a partir del próximo 2 de enero desaparecerán los cinco equipos de trabajo que hasta ahora venían solventado la producción de este taller de lunes a domingo para dar paso a tres turnos (mañana, tarde y noche) de lunes a viernes, además del histórico sábado matinal.
vigencia de un año Esta modificación del calendario tendrá una vigencia "no escrita" de un año de duración, afectará a 230 trabajadores y dejará en consecuencia un excedente laboral de otros 90, que serán reabsorbidos en su gran mayoría en el taller de ingeniería civil, la joya de la corona de Michelin que se encarga, entre otras, de la fabricación de las míticas ruedas gigantes, empleadas en las grandes minas a cielo abierto. El resto de los trabajadores que no formen parte ni del taller de turismo ni del de ingenería civil -aproximadamente entre 700 y 800 en Vitoria-, no correrán tanta suerte, ya que la modificación de su calendario sólo tendrá una validez de tres meses. Michelin quiere curarse en salud y aguardar hasta el primer trimestre de 2013 para calibrar el comportamiento del mercado. "No hay garantía de nada, así que en este caso la incertidumbre es absoluta", añaden fuentes del comité. En el intento de aclarar el horizonte, dirección y sindicatos mantendrán hoy en Aranda de Duero un nuevo encuentro para el que, oficialmente, no hay ningún orden del día concreto. "Es probable que quieran pulsar el ambiente de cara a las medidas que podrían llegar entre enero y marzo, algunas incluso tan duras como un expediente de extinción", concluye la misma fuente.