Bruselas. La CE impuso ayer una multa récord de 1.470 millones de euros a siete fabricantes de tubos catódicos para televisores y pantallas (entre ellos LG, Philips, Samsung, Panasonic o Toshiba) por participar durante 10 años en dos acuerdos ilegales para pactar precios y repartirse el mercado. "Es la multa más alta que se ha impuesto nunca en una decisión sobre cárteles", resaltó el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Joaquín Almunia. La empresa taiwanesa Chunghwa, a la que le hubiera correspondido una multa de 16 millones de euros, se libra de la sanción por ser la primera en delatar ante la Comisión la existencia de este cártel. El resto de empresas afectadas son Technicolor y MTPD, actual filial de Panasonic. Almunia justificó el alto importe de la multa en el "grave perjuicio" ocasionado a los fabricantes de televisores y ordenadores y en última instancia a los consumidores, ya que los tubos catódicos representan entre el 50% y el 70% del coste. "Son un caso de libro, concentran las peores formas de prácticas contrarias a la competencia, que están estrictamente prohibidas a las compañías que ejercen sus actividades en Europa", señaló. Con su comportamiento, denunciaba el comisario, las empresas "podrían incluso haber ralentizado artificialmente la transición a productos más modernos como el LCD y el plasma". La sanción afecta a dos cárteles distintos que operaban en paralelo y en el que participaban prácticamente las mismas empresas: uno centrado en los tubos catódicos para televisores y otro en los tubos para pantallas de ordenador. Ambos operaron a escala mundial entre 1996 y 2006.