Vitoria. Al igual que le ocurriera al ingenioso hidalgo de Cervantes, también al tejido empresarial alavés comienza a hacerle mella el subconsciente, la visión permanente de gigantes (léase enemigos) allá donde mira. Porque al ya de por sí dramático escenario al que le están abocando las consecuencias de la crisis, ahora la sensación que impera en la Llanada es que esos enemigos, reales, están en casa, concretamente en el Ayuntamiento y las Juntas Generales. El motivo de su monumental enfado no es baladí. Salvo sorpresa, un acuerdo político obligará a los empresarios a partir de ahora a pagar más dinero por la subida pactada del IAE (Impuesto de Actividades Económicas), un tributo que grava la mera existencia de una empresa con independencia de sus resultados económicos, es decir, tanto si nada en la abundancia como si se encuentra a un paso de la bancarrota. Un impuesto "absolutamente injusto" que en modo alguno contempla la realidad de la empresa, vienen denunciando desde hace años las empresas de la provincia.

El incremento del IAE fue aprobado el pasado viernes por el Pleno del Ayuntamiento, que es la institución que lo cobra en función del callejero y los llamados coeficientes de localización, y previsiblemente será ratificado por las Juntas Generales el próximo 19 de noviembre. No habrá sorpresas en dicho Pleno, ya que la nueva norma nace con el consenso de todos los grupos políticos (PP, Bildu, PNV, PSE y EB), que entienden la medida como "necesaria" para aliviar la maltrecha situación de las arcas municipales. Solo el PNV salió ayer al paso para matizar la medida -pendiente de ratificar en su caso-, al entender que podría ser "la puntilla" para muchas empresas de la provincia. Su portavoz en Juntas, Ramiro González, abogó por un debate más técnico y flexible antes de acatar una decisión tan importante, y lanzó propuestas como gravar sólo a las empresas que tengan beneficios o implantar algún tipo de bonificaciones para evitar que justos paguen por pecadores. Sea como fuere, con independencia de su voto favorable o no, la aprobación de la norma es un hecho del que sacarán mayor provecho los ayuntamientos de Vitoria, Llodio, Amurrio, Salvatierra y Nanclares.

"Generará más paro" O puede que no, como sugiere la patronal alavesa SEA, que a día de hoy reconoce sus dudas sobre este diagnóstico. Dudas y críticas que ayer plasmó sobre un durísimo comunicado donde cargó contra las instituciones locales, poniendo de manifiesto los perniciosos efectos que la subida del IAE tendrá en Álava.

En concreto, lamentó la patronal que este tipo de medidas transiten en la "dirección contraria la que las empresas alavesas necesitan en estos momentos para remontar la grave situación", y vaticinó que la subida de este impuesto debilitará la ya de por sí grave situación de las empresas y "generará más desempleo". Una previsión desalentadora para una economía que en lo que va de año ha registrado 339 expedientes de regulación y cuenta con casi 27.000 parados. "Es incomprensible que las instituciones públicas y los partidos políticos, lejos de arbitrar medidas de impulso económico y apoyo, vuelquen sus esfuerzos en sangrar fiscalmente a las empresas", espetó SEA a través de una nota de apenas dos folios.

En previsión de lo que se avecina -"nos jugamos la supervivencia y mantenimiento de muchas empresas"-, la patronal realizó un llamamiento a los representantes en las Juntas Generales para que el próximo día 19 den "marcha atrás" y rectifiquen in extremis una medida que insistieron en calificar como "lesiva", máxime con un escenario de crecimiento negativo en Euskadi, que en el tercer trimestre registra ya una caída interanual del PIB del 1,3%

las consecuencias La unión de las medidas planteadas en relación al IAE lograrán que más empresas paguen este impuesto y que aquellas que ya lo abonaban tributen por igual concepto, según los casos, en torno a un 20% más, sostiene la patronal. Los supuestos beneficios económicos que argumentan todos los grupos políticos - "va a ser un pequeño respiro para los ayuntamientos alaveses", sostiene entre otros el popular Santiago Abascal- no lo son tanto para los empresarios, que están seguros de que en el corto-medio plazo la medida fracasará (no aumentará la recaudación municipal) "porque la actividad de las empresas alavesas, si las cosas siguen como están, roza los números rojos". Entre tanto, la patronal avanzó ayer con poco convencimiento y de forma casi desesperada que sus servicios jurídicos se encuentran analizando en estos momentos la tramitación de las ordenanzas fiscales que dan pie a la modificación del callejero en tanto pudieran ser objetivo del ejercicio de las acciones legales en defensa del colectivo empresarial.