ROMA. Miles de italianos, cerca de 150.000 según los organizadores, se manifestaron ayer en Roma contra Monti y su política de recortes y austeridad.

El primer ministro italiano sigue recibiendo los elogios de Europa y el mundo económico pide que pueda repetir como primer ministro, pero una parte de los italianos mostró su descontento por las medidas de austeridad como las subidas del IVA o los recortes a la sanidad y a la educación que el Ejecutivo ha aprobado este año.

El llamado No Monti day, una iniciativa que ya se celebró anteriormente contra el Gobierno de Silvio Berlusconi, fue convocado por sindicatos, asociaciones ciudadanas y movimientos de izquierdas.

Los promotores habían previsto la participación de unas 30.000 personas y anunciaron que llegarían más de 300 autobuses a la capital, pero al ver una plaza de San Juan abarrotada anunciaron que los participantes eran 150.000.

La manifestación transcurrió ante imponentes medidas de seguridad para evitar los incidentes que se produjeron el año pasado, cuando se vivieron graves enfrentamientos con la policía. Solo algunos grupos de encapuchados lanzaron huevos y petardos contra las sedes de algunos bancos.

La manifestación tenía previsto terminar en la plaza de San Juan de Letrán, pero algunas asociaciones de estudiantes y grupos antisistema continuaron una marcha no autorizada causando problemas en el tráfico de la ciudad, pero sin graves consecuencias.

Entre los participantes se encontraban numerosas asociaciones de estudiantes, protagonistas en las últimas semanas de varias manifestaciones contra los recortes a la educación que introdujo el Gobierno de Berlusconi y que han sido mantenidos y ampliados por el Ejecutivo de Monti.

EJECUTIVO DE RICOS "Estas políticas están acabando con países enteros en Europa. Los partidos en el Parlamento se han bajado los pantalones delante de Monti. Este es un Ejecutivo de banqueros y ricos. Por ello hemos salido a la calle para decir no a este escándalo", explicó uno de los manifestantes.

La Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL) anunció una nueva movilización para el 14 de octubre, coincidiendo con las huelgas previstas por las organizaciones europeas.