BILBAO. La organización empresarial vasca Confebask está muy preocupada por la negativa evolución de la economía pues la constante reducción de las ventas y los problemas de financiación con que se encuentran las empresas han dejado a muchas compañías en una situación límite. Ello combinado con la falta de decisión de los responsables políticos y aspectos puntuales como el nuevo paro auspiciado por ELA y LAB no va a ayudar a superar la crisis.
¿Cómo valoran esta nueva convocatoria de huelga general?
Antes de valorarla hay que describir el contexto en el que se ha convocado. Económicamente no es bueno porque estamos en una segunda recesión. Ello ha desembocado en la crisis más dura que hemos conocido, con una caída importante del PIB industrial, lo que ha generado una gran destrucción de empleo. En este escenario con un consumo agarrotado y menos ingresos algunos todavía piensan en las condiciones del pasado y esto ya no es así. La economía real se está muriendo y creemos que para todos los agentes sociales la prioridad debe ser salir de la crisis. Por ello, entendiendo el malestar y la inquietud de las personas, pensamos que recurrir a una huelga para expresar la queja y rechazo a unos recortes sólo va a suponer una mayor reducción del PIB. Ello implicará más ajustes y generará más pobreza.
Los sindicatos afirman que la reforma laboral no ha servido para ayudar a crear empleo.
Hay que tener en cuenta que es un cambio legal que se implanta en medio de una recesión tremenda. En ese contexto, con reforma o sin ella, el desempleo aumenta porque hay poca actividad. Por lo tanto no se puede achacar el aumento del paro a su implantación. Es más, gracias a lo que aporta la reforma laboral en aspectos como el de la flexibilidad interna en las empresas ha permitido que se implanten medidas de ajuste sin necesidad de recortar las plantillas. Por lo tanto creo que la reforma laboral ha permitido que el número de despidos sea menor al que se hubiese dado antes.
Los sindicatos, y los jueces, no parecen comulgar con la citada reforma laboral.
Sí. Varias sentencias judiciales han mostrado una filosofía contraria a los principios que guían la reforma laboral. Hay una visión judicial más cercana a la concepción de las relaciones laborales anteriores que desemboca en una actitud hostil y es un problema pues limita la necesaria flexibilidad. Por otra parte, es cierto que la reforma laboral no es plenamente operativa porque hay una oposición total y absoluta de los sindicatos. Están planteando una enorme resistencia en la negociación colectiva a que se implanten aspectos claves de la reforma como la eliminación de la ultraactividad. El resultado es que la negociación colectiva en Euskadi esta paralizada. Está bloqueada en la línea que defiende el sindicato mayoritario.
Las empresas necesitan estabilidad normativa. ¿En el tema fiscal se está dando esta estabilidad?
Aquí se nos está hundiendo la economía y no parece que estén puestos todos nuestros esfuerzos en superar esto. A nivel fiscal queremos un sistema estable no un conjunto cambiante de normas impositivas cortoplacistas que solo son meros parches a situaciones concretas y ni aún así. Los empresarios necesitamos estabilidad y hoy en día no sabes a que atenerte porque, además, estamos renunciando a hacer lo que hemos hecho en otras crisis anteriores: Remar todos en la misma dirección y poner la fiscalidad al servicio de la economía.
¿España tiene que pedir un rescate económico a Europa?
Los empresarios tenemos dos grandes problemas que nos están llevando a una agonía económica. El primero es que no tenemos financiación y el segundo que no vemos ningún plan que nos ayude a pensar que se puede reactivar la economía en un plazo razonable. Ante esta situación, los empresarios ya no pedimos, exigimos soluciones. Y estas les corresponde articular a los Gobiernos, a todos. Los empresarios bastante tenemos con buscar nuevos mercados, exportar, aguantar el empleo etc. Nosotros pedimos soluciones, la decisión la tiene que adoptar quién tiene la potestad que es el gobierno de turno pero la que sea que se tome ya. No podemos seguir con esta indefinición. Llevamos muchos meses hablando de esto. Nos preocupa que se demore la solución que sea. Nuestra economía está agonizando. Están cerrando empresas, aumenta el desempleo, la situación es dramática.
¿En qué líneas hay que trabajar para poder salir de esta crisis?
La clave está en situar la economía en la primera línea de la agenda política y hecho esto alinear los esfuerzos de todos. Luego hace falta una mayor colaboración interinstitucional. En temas más concretos dado que la necesidad de financiación es acuciante las medidas concretas que faciliten esto son muy importantes. Así como la implantación de planes para reactivar la demanda como los Renove.
Por último hay que favorecer la internacionalización de las empresas y propiciar que las empresas ya internacionalizadas ayuden, con un efecto tractor, a crear valor aquí. Y ello incluye trabajar con las multinacionales con plantas aquí. Y luego, insisto, rapidez en adoptar medidas. En esta crisis cada día que corre sin que se tomen decisiones, sobre financiación y planes de reactivación, supone una mayor agonía y pérdida de empleo.
Empieza a darse un goteo de cierres industriales, Formica etc.
Una empresa industrial lleva aparejada mucha riqueza en su entorno y si se cierra es casi imposible que se pueda volver a abrir. Hoy día invertir desde cero en una planta industrial en Euskadi es muy difícil por eso hay que hacer todo el esfuerzo para mantenerlas.
¿Vamos a tener que capitalizar la banca con dinero de todos?
Si queremos que la economía funcione necesitamos un sistema de crédito saneado, útil y que haga su labor de facilitar financiación. Dicho esto hemos visto en la banca algunas actitudes dudosamente éticas y es inaceptable que exista una cierta sensación de impunidad.