Madrid. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, afirmó ayer que la línea de crédito de hasta 100.000 millones de euros que destinará la UE a sanear el sistema financiero español se utilizará "estrictamente para la recapitalización de los bancos".
En una comparecencia tras reunirse con los líderes regionales del PP, De Guindos explicó que la cantidad que se destinará a sanear la banca española será "sustancialmente" menor a los 100.000 millones de euros, y rondará los 60.000 millones.
Descartado el uso de ese remanente, aún quedaría la opción de la compra de bonos soberanos de España en los mercados secundarios por parte del Banco Central Europeo, tal y como propuso recientemente el presidente de este organismo, Mario Draghi.
"Ni el rescate está más cerca ni más lejos hoy de lo que estaba ayer", dijo De Guindos, quien ha recordado que se trata de un instrumento puesto a disposición por el BCE a cambio de una serie de condiciones.
"España hará lo que tenga que hacer sin precipitarse, con el conocimiento de todos los elementos involucrados en este tipo de operaciones", remarcó.
PLAN NACIONAL DE REFORMAS El portavoz comunitario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Comisión Europea, Simon O'Connor, negó ayer que las conversaciones que mantiene con el Gobierno español sean un paso previo a un eventual programa de asistencia financiera, sino que versan sobre el Plan Nacional de Reformas.
De Guindos explicó que la negociación de una línea de crédito no tiene que ver con el Plan Nacional de Reformas que aprobará el Gobierno en los próximos días, que contendrá medidas para fomentar el crecimiento económico, la competitividad y la exportación.
Este plan tratará de eliminar las trabas a la actividad empresarial, especialmente en el sector servicios, así como fomentar la unidad de mercado interior e impulsar la exportación. "El comercio exterior debe seguir impulsando la recuperación de la economía española", sentenció.
Por otra parte, De Guindos señaló que en el tercer trimestre, en contra de lo proyectado por los analistas, el Gobierno no ha visto "un deterioro importante" de la economía respecto al segundo.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, afirmó que la sensación de que España es un socio "creíble" se está instalando por toda Europa e insistió en que para no perderla es necesario cumplir con los objetivos de déficit fijados por la Unión Europea.