MADRID. El sobrecoste que exigen los inversores por la compra de deuda soberana española frente a la alemana ha vuelto a reducirse hoy después de que el bono nacional a diez años cayera hasta el 5,693 %, frente al 5,893 % que marcaba esta mañana.

Por su parte, el rendimiento del bono alemán a diez años pasaba del 1,666 % al 1,622 % del cierre.

La prima de riesgo ha vuelto a reducirse hoy después de la buena subasta del Tesoro de ayer, en la que superó el máximo previsto -4.576 millones de euros en letras a doce y dieciocho meses- a menor interés y con una fuerte demanda.

El Tesoro vuelve a dirigirse mañana al mercado en una subasta de bonos a tres años y obligaciones a diez, en la que espera colocar entre 3.500 y 4.500 millones de euros.

Esta será la segunda prueba que pasa el Tesoro después de que hace unas semanas, el Banco Central Europeo (BCE) concretara un programa de compra de deuda para los países con problemas de financiación.

A partir de ese momento, la prima de riesgo española comenzó una senda descendente que la llevó a situarse por debajo de 400 puntos básicos.

No obstante, las incógnitas acerca si el Gobierno español pedirá ayuda a sus socios europeos rompieron hace unos días esa tendencia.

La Comisión Europea explicó hoy que las condiciones que se impondrían a España en el caso de que pidiera ayuda mediante la compra de deuda se basarán en sus recomendaciones económicas que ya se publicaron en julio.

Al cierre de la sesión, la prima de riesgo de Italia, que ha comenzado la sesión en 337 puntos básicos, ha bajado hasta 330, en tanto que la de Portugal se ha mantenido en 698 puntos básicos.

El rendimiento del bono italiano a diez años ha cerrado en el 4,921 %, mientras que el portugués lo ha hecho en el 8,603 %.

La prima de riesgo de Grecia se ha reducido hasta 1.862 puntos básicos, y la de Irlanda hasta 346.

Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se elevaban hasta 385.760 dólares anuales.

Se mantienen como los sextos más caros del mundo, por detrás de Argentina, Venezuela, Ucrania, Líbano y Hungría.