bilbao. Las exportaciones vascas se elevaron a 10.131 millones de euros en los seis primeros meses del año, lo que supone un aumento del 1,3% con respecto al mismo periodo de 2011. El buen dato de junio, con un repunte interanual superior al 11%, sirve para dar la vuelta a las cifras de la primera parte del año, que hasta mayo reflejaban una caída de las exportaciones en comparación con el año pasado del 0,7%.

Así queda reflejado en el informe de Comercio Exterior del Ministerio de Economía facilitado ayer a los medios de comunicación en el que se aprecia, no obstante, que la mejoría del mes de junio no sirve para que la CAV, con un importante peso dentro de las exportaciones del Estado español, encabece la lista de las autonomías más exportadoras en esta primera mitad de 2012. En este sentido, Catalunya, Andalucía y Madrid fueron las regiones que más vendieron al exterior, con casi el 50% de la cuota total del Estado.

El País Vasco, con un incremento del 1,3% sobre el primer semestre de 2011, quedó por debajo de la subida experimentada por el conjunto del Estado, superior al 3%. No obstante, la economía vasca consigue cerrar la primera mitad del año con una mejora de las exportaciones respecto al pasado año, algo que en los primeros meses del año se antojaba complicado. En el mes de mayo las ventas mejoraban un 5,8% pero el global de los cinco primeros meses del año se quedaba en una caída respecto a 2011 del 0,7%, un resultado especialmente preocupante teniendo en cuenta que los mercados exteriores siempre son una vía de escape para las empresas vascas cuando el mercado interior flojea.

Otro dato positivo para la CAV es el hecho de que la diferencia entre la mercancía vendida en el exterior y la comprado fuera (el saldo comercial) fue favorable en 2.603 millones de euros hasta junio. Si las empresas vascas exportaron sus productos al extranjero por valor de 10.131 millones de euros, importó bienes por valor 7.527 millones.

No obstante, la mejora del saldo comercial también encierra una cara peligrosa ya que supone un descenso de las importaciones del 16,4% en junio con respecto al año anterior, lo que da una muestra de que las compañías están midiendo al milímetro sus compras y eso tiene incidencia directa en la producción y en el empleo.

En lo que respecta exclusivamente al mes de junio, las exportaciones vascas han crecido un 11,7% respecto al mismo mes del año anterior, hasta los 1.782 millones y las importaciones cayeron hasta un valor de 1.217 millones de euros.

Los datos del conjunto del Estado, cuyas empresas también dependen en gran medida de las ventas exteriores, reflejan una subida del 3,4% respecto a la primera mitad del año pasado, si bien las compras de los países europeos descendieron de forma considerable, en concreto un 3,6% en junio, según datos del ministerio, lo que supone una nueva caída en comparación con anteriores meses de este año.

Y es que potencias como Francia a duras penas consiguen evitar caer en recesión con datos de crecimiento exiguos, mientras que otras como Italia o Portugal afrontan un proceso de ajuste del gasto público. Sólo Alemania, que absorbe el 11% de la ventas españolas, aguanta el tirón lo que le permite ser un comprador cada vez más fiable.

El puerto de Bilbao, uno de los grandes centros de entrada y salida de mercancías vascas. Foto: juan lazkano