Berlín. No hay duda de que el futuro del euro se dirime en Alemania y ayer, concretamente, en sus medios de comunicación. La situación de Grecia, con amenazas por parte de algunos sectores políticos alemanes sobre futuros rescates, protagonizará la vuelta al trabajo hoy de Angela Merkel, que también se encontrará sobre la mesa la alarmante presión de los mercados sobre la deuda española e italiana y el debate abierto sobre el papel que ha de tener el Banco Central Europeo (BCE) para frenarla. En este punto, el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, respalda que el BCE compre deuda italiana y española para aplacar los embates de los mercados. En una entrevista concedida al diario germano Neue Osnabruecker Zeitung publicada este fin de semana, Gurría confía en que el presidente del BCE, Mario Draghi, vaya a hacer "todo lo necesario" para salvaguardar el euro.

Draghi "dijo de forma clara que el BCE puede aliviar la crisis de la deuda en la eurozona mediante la compra de bonos y yo apoyo esta política", recalca Gurría. "Este claro mensaje a los mercados", en palabras del secretario general de la OCDE, vaticina que "los especuladores perderán su apuesta contra el euro". Mientras tanto, puntualiza, "el BCE debe recurrir a todos sus medios para lograr dicho cometido". Asimismo, Gurría se muestra partidario de que los países que tengan dificultades para financiarse debido a la ingente deuda que acumulan, tales como Grecia, prioricen la implementación de reformas estructurales para así impulsar la competitividad de sus economías. El Bundesbank, el banco central alemán, ha reiterado su rotunda negativa a esta posibilidad y a la de conceder licencia bancaria a los fondos de rescate europeos, a la par que Berlín rechaza otra de las propuestas para aliviar la presión de la deuda sobre Italia y España: la colectivización de la deuda a través de los eurobonos.

grecia, en el ojo del huracán A su juicio, Grecia debe permanecer en la zona euro aunque necesite más tiempo para acometer las reformas acordadas con la troika. Gurría apela por la permanencia de Grecia en la eurozona, bajo la condición de que cumpla con los compromisos pactados con el BCE, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, aboga por conceder más tiempo a Atenas para que consiga los objetivos marcados y apruebe los ajustes, a tenor de la profunda recesión en la que podría sucumbir Grecia en caso de que se ahonden los recortes.

Grecia pide que se prorrogue el proceso de ajuste dos años más, hasta 2016, en lugar de tener que ahorrar los 11.500 millones de euros acordados con Bruselas en los próximos dos años. "Quizás el Gobierno necesite más tiempo para alcanzar sus compromisos", remarca el secretario general de la OCDE, expresando así su deseo de que el Ejecutivo de Antonis Samaras pueda renegociar las condiciones bajo las que se concedió el segundo rescate de 130.000 millones de euros.

No obstante, el vicepresidente del grupo conservador en el Parlamento alemán, Michael Fuchs, advirtió ayer de que no habrá ayudas adicionales a Grecia si Atenas no cumple con los compromisos adquiridos, y alertó de que, de ser necesario, Alemania vetará otros rescates para ese país. Si Atenas no cumple, el BCE no debe abrir "otros mecanismos" para inyectar fondos, apunta Fuchs en declaraciones que publicará hoy el diario Handelsblatt. El diputado, segundo del grupo por la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), sostiene que el BCE se mueve "en una línea muy fina" y rechaza categóricamente dotar al futuro fondo permanente de rescate, MEDE, con una licencia bancaria.

En este sentido, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, expresó ayer su confianza en la solidez de la economía española y la "gran determinación" mostrada por el Gobierno de Mariano Rajoy frente a la crisis, al tiempo que apremió a Grecia a cumplir los compromisos adquiridos.

"El Gobierno del presidente de Rajoy muestra una gran determinación en el rumbo de sus reformas. Por eso soy optimista en lo que respecta a España", responde Westerwelle, al dominical Bild am Sonntag. Por su parte, el anterior ministro de Finanzas de Alemania y potencial candidato del Partido Socialista en las elecciones generales del próximo año, Peer Steinbrük, apuesta por una colectivización de la deuda a pesar de la creciente oposición social alemana y el férreo rechazo de los sectores más conservadores del Gobierno germano.